Según teorías como la de la ley de atracción, que puede resumirse con la frase "creer es crear", el poder de la mente y de los pensamientos es suficientemente grande como para poder conseguir algo comenzando solo por imaginarlo.
Muchas personas, provenientes de diferentes áreas como la biología, la psicología, la medicina o la física cuántica han planteado diferentes formas de explicar cómo es que funciona la relación entre lo que pensamos, deseamos, imaginamos y visualizamos; y lo que finalmente sucede.
El escritor y filósofo newyorkino Robert Anton Wilson fue un paso más allá y diseñó un experimento sencillo de realizar para que cualquier persona pueda explorar este fenómeno por su propia cuenta, proponiéndose imaginar una moneda y luego encontrarla.
A continuación encontrarás una adaptación del experimento. Si lo realizas, no solo podrás aprender más sobre tu mente y plantearte preguntas y respuestas sobre el universo: también obtendrás una herramienta que te ayudará a hacer tus sueños realidad.
La etapa inicial de este experimento consiste en intentar utilizar el poder del pensamiento para visualizar y obtener una moneda. Luego de dominar la técnica, podrás seguir practicando, materializando lo que desees.
1. Visualiza vívidamente una moneda. Piensa en todos sus detalles: ¿Cuál es su valor? ¿Cómo es su aspecto? ¿Cuál es su peso? ¿De que material está hecha? ¿En dónde se encuentra? Luego, imagina que caminas por la calle y te encuentras con la moneda.
2. Sal a caminar y busca esa moneda. Continúa visualizándola mientras caminas. No te detengas hasta que la encuentres. Registra el tiempo que te ha tomado.
3. Formula una explicación para lo que ha sucedido mediante la hipótesis de la atención selectiva. Según esta teoría, hay muchas monedas abandonadas en la calle, y si concentras tu atención constantemente en buscarlas, acabarás encontrando una de ellas.
4. Sal a buscar una segunda moneda.
5. Luego de encontrar la segunda moneda, plantéate una explicación diferente a la anterior: la de que la mente lo controla todo, y tú hiciste que esa moneda se manifestase en el universo.
6. Sal a buscar la tercera moneda, guiándote por esta explicación.
7. Compara el tiempo que te lleva encontrar una moneda siguiendo cada una de las hipótesis. Luego, inventa tú mismo nuevos experimentos que te permitan contrastar ambas teorías, la de la atención selectiva y la del poder de la mente sobre la materia. Luego de un mes, relee el experimento y vuelve a sacar conclusiones.
Este experimento no llevará a todos a la misma conclusión, y no tiene una respuesta correcta. Según Wilson, la mayoría de las personas termina más convencida de la segunda explicación. Sin embargo, él explica que cualquiera de estas dos explicaciones es potencialmente un dogma, es decir, que no hay forma de probar que sea la correcta. Por eso, lo más saludable sería no "casarse" con ninguna de ellas, y seguir jugando y experimentando hasta que comprendas cómo programar tu propia mente para que, a su vez, ella pueda programar la realidad tal y como deseas que se manifieste ante ti.