El océano Ártico tiene alrededor de 14 millones de kilómetros cuadrados, y allí viven una gran diversidad de especies. Es el hogar de ballenas, morsas, narvales, e incluso especies en peligro como los osos polares. Además, es el océano más pequeño y de el que más al norte se encuentra, entre Europa, Asia y el norte de América.
Pero el cambio climático está haciendo que se caliente el doble de rápido que el resto del planeta; de hecho, en los últimos 30 años se han perdido tres cuartas partes de su hielo y, como consecuencia, comienza a hacerse navegable. Y esto abre la puerta al peligro de la posibilidad de que comiencen a trazarse rutas marinas, o a desarrollarse otras actividades como la explotación de gas y petróleo, o la pesca industrial que podrían poner en jaque toda la biodiversidad que allí habita.
Por eso, el Ártico necesita una protección urgente; y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza tomó cartas en el asunto, señalando siete áreas marinas que tienen tanta importancia global que deberían ser consideradas "Patrimonio Mundial".
El Ártico tiene un papel crucial en el clima mundial: lo que allí sucede tiene incidencia en todo el mundo. ¿Por qué? Porque si el hielo se mantiene, refleja calor solar hacia el espacio, manteniendo fresco el planeta y estables los sistemas meteorológicos. Además, actúa como un aislante de la temperatura del Mar Ártico.
Nombrar esas áreas como "Patrimonio Mundial" implicaría hacer énfasis en su reconocimiento y tomar acciones concretas para conservar su riqueza natural. Estas siete áreas propuestas se sumarían a las cinco ya existentes dentro del Círculo Polar Ártico.
"Desde la autopista de la vida marina del estrecho de Bering hasta los impresionantes fiordos de Scoresby Sound, esta región es diferente a cualquier otra del planeta. Este nuevo informe destaca siete posibles tesoros en el océano Ártico que necesitan esfuerzos de conservación para mantenerse al día con el cambio climático", señala Mechtild Rössler, director del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En el informe que realizó la IUCN, donde también participó el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y el Centro del Patrimonio Mundial (NRDC) de la UNESCO, se proponen las siguientes áreas:
1. Región del Estrecho de Bering (incluyendo la Isla de St. Lawrence). Es la entrada del Pacífico al Océano Ártico y es un sitio clave para la migración de aves y mamíferos marinos. Además, preserva una importante historia geológica, ya que ha funcionado durante períodos de bajo nivel del mar como puente terrestre entre América del Norte y Eurasia.
2. Remanente del hielo marino plurianual del Ártico y la región del Noreste de agua que permanece sin helar (Polinia). Es donde se encuentra gran parte del hielo más antiguo del Ártico, un hábitat único a nivel mundial, y es probable que las especies persistan durante más tiempo si el Ártico sigue con su deshielo.
3. Ecorregión de la Bahía Norte de Baffin. Esta área contiene la polinia más grandes del Ártico y es clave para la supervivencia de aves marinas, osos polares y narvales.
4. Bahía Disko, un área fundamental para la conservación de la fauna autóctona de la región.
5. Scoresby Sound, sitio que proporciona a las aves marinas alimentación en primavera y verano, cuando el hielo todavía bloquea las costas.
6. Archipiélagos del Ártico Alto, hábitat para morsas, osos polares y otras especies amenazadas.
7. La Gran Polinia Siberiana, de gran importancia para la diversidad biológica marina, por las especies de peces, aves marinas y mamíferos que allí viven.
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Tú puedes ayudar a crear un santuario en las aguas internacionales que rodean el Polo Norte, y a que prohíban las perforaciones petroleras y la pesca industrial en una de las regiones más hermosas del planeta.
¡Sumá tu firma para salvar al Ártico!