En un pueblo ubicado al este de Tailandia, se fue creando la tradición de que arrojar monedas al tanque de una tortuga marina era un augurio de buena fortuna. Pero no fue así.

Al pensar en sus deseos, ningún turista reparó en el animal de 25 años quien, al tragarse más de mil monedas tuvo que ser operado durante más de cuatro horas, y casi pierde la vida.


Un grupo de veterinarios vieron a la tortuga con el caparazón roto y al revisarla y sacarle una radiografía hallaron una masa de metal de más de 20 centímetros.

Los médicos pudieron extraerle alrededor de cinco kilos de metal que estaban dañando su caparazón y le oprimían los pulmones, impidiéndole respirar con normalidad.

La tortuga finalmente logró sobrevivir y se recupera en el hospital para animales de la Universidad de Chulalongkorn; pero le espera un largo reposo y recuperación.



Si bien seis de las siete especies de tortugas marinas del mundo se encuentran en peligro de extinción, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza desconocía el peligro en que se encontraba esta tortuga cuya vida, al igual que la de este delfín que murió al ser quitado del agua para ser fotografiado, no fue valorada por los turistas que visitaban en lugar. 

Escoge siempre conocer el mundo mediante el turismo sustentable, respetando las especies y paisajes que te deslumbran a tu alrededor. Que ninguna vida valga menos que tu entretenimiento durante el viaje. 

Conoce además por qué según la ONU, el ecoturismo podría ayudar a erradicar la pobreza