La vida de Sadie Brooks no fue fácil desde el principio. Nació en 2012 tras un parto complicado, y su vida comenzó conectada a cables y dentro de una incubadora. Aunque pudo salir adelante, sus padres tuvieron que aprender a vivir con una realidad que no era la que habían imaginado desde el pincipio.
Sadie tiene Síndrome de Down, algunos problemas respiratorios; y además, a los 13 meses de edad le detectaron un cuadro de diabetes tipo 1 bastante complejo, que hace que en cualquier momento su azúcar pueda bajar peligrosamente o dispararse causando una crisis.
Durante los primeros años de la vida de Sadie, sus padres (Greg y Michelle) vivieron con miedo constante, ya que con frecuencia terminaban en el hospital, llevando a su hija a toda velocidad y temiendo por lo que pudiera pasar esta vez.
Sin embargo, su vida dio un giro de 180º cuando llegó Hero: el nuevo mejor amigo, niñero y doctor de toda la familia. El perro, especialmente entrenado para detectar los niveles de azúcar en sangre desde el olfato, cuida de la niña, y cuando encuentra que su azúcar está bajando o subiendo alerta a los padres en un instante.
¿Cómo conocieron a Hero?
Michelle y Greg comenzaron a buscar alternativas para mejorar la calidad de vida de su hija. De esa manera, llegaron a un grupo en Facebook de perros de alerta para diabéticos.
Solo unos días después, presentaron a Sadie con el pequeño cachorro, llamado Hero, que significa"Heroe". El amor entre el perro y la niña fue inmediato.
Hero fue entrenado a lo largo de 6 meses para detectar en todo momento las subidas y bajadas del azúcar de sangre en la niña. Luego de ese tiempo, pudo comenzar a cuidar de ella a toda hora, haciendo que sus padres pudieran recuperar la tranquilidad. Pronto supieron que la relación entre Sadie y Hero funcionaba: su olfato no se equivocaba nunca.
Aunque los humanos no podemos notarlo, nuestra piel desprende un aroma diferente cuando el azúcar baja o sube en el organismo. Para los perros, el nivel de azúcar elevado es similar al de la fruta podrida, y el del azúcar baja, parecido al del metal.
La calidad de vida de toda la familia ha mejorado desde que Hero se integró a ella. Sadie tiene un mejor amigo y sus padres, la tranquilidad de que, en todo momento, su enfermero especial cuida de ella.
Cuando este labrador detecta que Sadie tiene un problema, alerta a los padres de manera sencillamente asombrosa:se acerca hasta ellos directamente y les coloca la pata izquierda sobre sus manos, o les da empujones con el hocico. Si llegan a estar durmiendo, los despierta aunque estén en medio de la noche.
El olfato de Hero es infalible y, desde que acompaña a la familia, han disminuido los pinchazos y las visitas al hospital; y ni hablar de los innumerables sustos.
Toda la historia es increíble, sin embargo, la anécdota más especial fue del día en que, inexplicablemente, Hero pudo detectar una bajada de azúcar en la sangre de Sadie a la distancia.
Ella estaba en su colegio y a casi 6 km de distancia de Hero, pero él empezó a ponerse nervioso y a llamar la atención de Michelle. Extrañada, ella llamó al colegio y pidió si podían controlar el azúcar de Sadie, que efectivamente necesitaba su medicina. Ésa fue solo una de las veces que Hero cuidó de Sadie y le salvó la vida. Incluso, la acompañó las veces que necesitó volver al hospital.
Esta historia es solo un ejemplo de cómo el amor de un animal puede mejorar la vida de un niño. También puedes leer la historia de este niño y su amigo canino que superan juntos la misma enfermedad, o la de la niña con autismo que aprendió a relacionarse con el mundo con ayuda de su gatito.