Sabe la Tierra es una Asociación Civil que se fundó hace siete años con el propósito de crear una cultura sustentable. Hoy cuenta con seis plantas en distintos puntos de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires (Argentina) y es precisamente en San Fernando donde se encuentra el puesto de comida oriental Beni Maruf, un emprendimiento llevado a cabo por Muhammed y Huda, un matrimonio de origen sirio.
Muhammed y su mujer llegaron a Argentina hace dos años, escapando de la guerra y el dolor que asola a su tierra natal. Cruzaron el océano con el sueño y la esperanza de una nueva vida.
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En Argentina vive -desde hace treinta años- Abdul, uno de los hermanos de Muhammed. Sin embargo, para que la familia pudiese emigrar a Argentina, la ley de este país detalla que quienes buscan refugio de la guerra en Siria deben recibir la invitación de un argentino para poder ingresar al territorio.
Aquí es donde entra en escena Mariano Winograd, de Refugio Humanitario Argentino: una organización que trabaja para que las familias que escapan de la guerra en Siria puedan encontrar un hogar, un trabajo e insertarse socialmente en el país. Fue él quien invitó a la familia al país, convirtiéndose en el puente con la organización Sabe la Tierra.
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Angie Ferrazzini, Fundadora de Sabe la Tierra, conoció la historia de primera mano y ayudó a la familia a poder iniciar su puesto en la estación San Fernando. “Me contactó una consumidora de nuestro mercado para contarme su historia y hacerme saber que, a pesar de que él era un destacado sastre en su pueblo y ella, una gran cocinera de su casa, estaban cocinando juntos para ganarse la nueva vida”, relata Angie en el sitio web de Sabe la Tierra.
Hummus, Tabbal, Tabule, Fatush, Enyedra, Burek, Pita, Kioftés y babaganush son algunos de los platos que la familia ofrece en su puesto, todos elaborados con sus propias manos. Pero Muhammed y Huda no están solos. La familia también está compuesta por sus tres hijos.
Firás tiene doce años y es el mayor de los hermanos. Durante la semana asiste a la escuela donde saca muy buenas calificaciones, sobre todo en matemática ya que es su materia favorita. Los sábados también ayuda en el puesto de sus padres ya que, aunque llegó al país con casi 10 años y sin hablar una sola palabra de español, hoy domina un casi perfecto castellano.
Dos años pasaron desde que huyeron de la guerra, heridas que aún están abiertas, pero que con el paso del tiempo van sanando gracias al amor y el apoyo que la familia recibe día a día para poder salir adelante.
El objetivo de Sabe la Tierra es poder difundir la cultura sustentable.
“Generamos conciencia para el cambio de hábitos en el consumo. Educamos, concientizamos, actuamos, generamos valor social, económico y medioambiental. Creamos espacios de encuentro entre vecinos, transformamos el espacio público en espacios de pertenencia y fortalecemos la identidad barrial. Logramos con los mercados revalorizar el espacio, la relación humana y el cuidado del medio ambiente”.
¿Cómo lo hacen? En los seis mercados que conforman a Sabe la Tierra - distribuidos en diferentes puntos de la Ciudad y Provincia de Buenos Aires- no solo se ofrecen productos de elaboración artesanal y de calidad natural, también se busca promover el cambio e inspirar a otros brindando actividades al aire libre, ofreciendo puntos de encuentro entre vecinos y generando espacios de charlas y concientización para que cada vez más personas se sumen a un cambio más sustentable y saludable, donde el cuidado del medio ambiente es un eje central.
Un emprendimiento que promueve un cambio sustentable y un mundo en paz.
Si querés conocer más sobre esta iniciativa que está en expansión, no te olvides de visitar su página web haciendo click AQUÍ