LATA 65 es un proyecto que usa el arte para conectar diferentes generaciones.
Pone en un mismo plano a ciudadanos mayores de Lisboa con una forma relativamente joven de arte, como lo es el graffiti.
A diferencia de los artistas callejeros que solemos ver y a los que estamos acostumbrados, esta interesante "pandilla" grafittera de Lisboa tiene una particularidad: está compuesta por gente mayor.
Lata" significa "puede" en portugués. A través de workshops, las personas aprenden la historia del arte de la calle y, al mismo tiempo, hacen sus propias plantillas y etiquetas para incorporar, en última instancia, en los murales y los trabajos que hacen en la ciudad. Los brillantes colores se ven en partes venidas a menos de la ciudad de Lisboa.
El objetivo de la LATA 65 es eliminar los muchos clichés que vienen de la mano del arte callejero, ampliando tanto su público como los participantes. A través de la introducción de la técnica del graffiti a un grupo diferente, el proyecto espera crear una solidaridad entre todos los grupos implicados.
Al mismo tiempo, el proyecto suma colores y diseños a la ciudad en donde más se los necesita.
Este taller urbano permite que personas de la tercera edad aprendan, bajo la tutela de algunos de los artistas callejeros más reconocidos de Lisboa. Los murales de este peculiar grupo han ido apareciendo en torno a la capital de Portugal y han ido iluminando algunos de los barrios más abandonados de la ciudad.
El grupo dice que su objetivo es democratizar el arte callejero a través del acercamiento a los diferentes grupos de edad y dejar que cada uno trate de expresarse de una forma que normalmente se reserva para los jóvenes.