Siempre hay estadísticassobre sexo. Con la llegada de Internet una de las cosas favoritas de la gentese volvió saber si hay algo distinto en su vida sexual a comparación de sus amigos ode otros países.

Por eso, ahora es sabido que el misionero es la tercera posiciónsexual favorita de los latinos, que 33,8 % de los hombres son infieles, perotambién el 38,9 % de las mujeres o que Turquía y Australia son los países quemás parejas sexuales tienen en promedio, con cerca de 14 por persona a lo largode la vida.  

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Pero al hablar de amor pocas cosas se saben. Tal vez el sexo ha cambiado drásticamente en los últimos años, sin embargo al pensar en la idea de amor, cómo es que la gente comienza a salir, cómo se conoce y qué espera de su pareja, las respuestas no son tan fáciles de encontrar. Sin embargo, el libro Modern Romance del actor y comediante Aziz Ansari, junto al sociólogo Eric Klinenberg intentó responder esas dudas. Viajando por Argentina, Japón, Estados Unidos y otros países, recopilaron miles de datos, sin embargo, mucha de la ayuda la recibieron del mayor lugar en el que la gente se conoce últimamente, Internet.  

Internet es la forma favorita para conocer gente

Desde hace décadas existen cientos de sitios para conocer a tu futura pareja, pero desde hace pocos años este movimiento superó al de salir y encontrar a alguien en la escuela, el trabajo o cerca de tu casa. Esto ha traído nuevos cambios, como el que la gente pueda decir las cosas con mucho más tiempo para pensarlo antes de enviar el mensaje y no cómo sucedía antes, cara a cara. Esto permite que el acoso virtual sea algo común en el mundo de las citas.  

TInder simula el "amor a primera vista"

Antes creabas perfiles con miles de datos, respondías muchas preguntas acerca de tus intereses, tus destinos favoritos, tus ideas acerca de la vida, el amor y tus expectativas, pero la investigación de los autores demostró que hoy la gente prefiere ver la cara de la persona, el nombre y tal vez un interés en común o una frase que les diga que pueden confiar en esa persona. Después de eso, la plática puede surgir de forma más natural y la gente decide si eso puede ser algo más o una simple coincidencia.  


Tenemos expectativas muy grandes del amor

Las generaciones pasadas buscaban a alguien en quién confiar, alguien con quién pudieran sobrevivir y que congeniaran de la mejor forma posible, pero ahora buscamos a alguien que cumpla miles de pequeños requisitos. La gente necesita saber que esa persona es atractiva, buena en la cama, que tiene estabilidad financiera, emocionalmente madura, que puede ser amante y la mejor amistad que puede existir, además de miles de otras cosas.  

Esto lleva a una decepción mayor cuando la gente pasa la fase de enamoramiento y descubre las pequeñas fallas en su pareja, por lo que alguien con quien antes seguramente se habrían casado ahora es una relación rota más.  

Tenemos más libertad

Esa libertad para terminar una relación y pasar a otra para algunas personas les parece digna de una generación superficial, pero los autores del libro dicen que lo que más efecto causó en ellos fue al hablar con mujeres de la tercera edad que contaron cómo ellas podían estar en sus veintes y seguir siendo tratadas como niñas en casa, por lo que la única forma de ganar cierta libertad era casándose, pero aún así en esa época pasaban a ser esposa de alguien y no mujeres completamente libres.  

En cambio, hoy hombres y mujeres (en gran parte del mundo) deciden con quién quieren estar y qué es lo que quieren hacer, por lo que casarse ya no es una necesidad vital como lo era antes.  

“Modern Romance” es el libro que deconstruye el amor moderno, que lo ve a través de lo digital y lo real y dice una gran verdad: “la gente está viviendo las citas en línea, pero parece que hace está más en línea que teniendo citas fuera de la pantalla”.

¿Qué piensas sobre todo esto?