Uno de los mitos acerca de porqué los maratones se llaman así es que un soldado griego llamado Filípides corrió 42 kilómetros desde la playa de Maratón hasta Atenas para anunciar la victoria del ejército persa. Se dice que lo hizo en tiempo récord, pues el plan era que si los hombres perdían la batalla, las mujeres, para evitar ser capturadas, violadas y entregadas al enemigo, se suicidarían, por eso la velocidad de Filípides era crucial.
Es un mito que tiene distintas historias, pero la realidad es que gracias a él se tiene una distancia que millones de personas recorren cada año buscando superar una meta personal, para probarse a sí mismos o para entender qué es lo que pasa después del kilómetro 40. Correr un maratón no es cosa fácil, pero si te preparas con tiempo, seguramente pronto tú estarás cruzando la línea de meta.
Conoce tus límites
No te inscribas a un maratón que sucederá en dos meses si no tienes la condición física para correrlo. Si no has corrido en mucho tiempo, anticipa por lo menos un año para lograrlo. Si has tenido lesiones, lo mejor es que incluso consultes con tu médico antes de hacerlo, pues el entrenamiento puede ser pesado y el maratón desgasta demasiado tu cuerpo.
Comienza poco a poco
Sal a correr y entrena para una carrera de 5 kilómetros. Inténtalo y sube a una de 10. Tienes que comenzar lentamente y subir gradualmente, no creas que por correr tres kilómetros un día, al día siguiente deben ser cuatro y al siguiente siete. Las cosas toman tiempo. Estira, entrena, corre, relaja tus músculos y también trabaja con tu mente, recuerda que 42 kilómetros es una meta bastante alta y tu mente debe estar tan preparada como tu cuerpo.
Prepara los pilares
Hay cuatro pilares que deben ser tu fuerte cuando quieras correr un maratón:
Kilómetros estándar: la distancia que corres diariamente, tres a cinco veces a la semana.
Carrera larga: una carrera larga que te permite ver cuánto has avanzado. Una vez a la semana o cada 10 días.
Rapidez: practica intervalos de tiempo y distancia.
Descanso: muy importante. No desgastes tu cuerpo y recuerda descansar algunos días, también aplica para el desgaste mental.
Dieta
Recuerda que tu cuerpo es como una máquina y necesitas mantenerte hidratado y con combustible para lograr terminar el maratón. Nunca intentes algo nuevo ese día, por lo que desde antes entiende tu cuerpo y determina si necesitas llevar agua o con la que te dan durante la carrera es más que suficiente. También recuerda que debes comer bastante el día antes de la carrera para que no te descompenses ese día y que llevar unas barras de granola o algo parecido puede ser la diferencia entre terminar y quedarte poco después de la mitad.
Antes de la carrera
- Hidrátate bien durante varios días antes de tu maratón.
- Bebe un vaso grande de agua antes de acostarse la noche antes del día de la carrera. Bebe otro a primera hora de la mañana.
- Desayuna simple, alto en carbohidratos, varias horas antes del comienzo de la carrera. Bagels, avena, barras y frutas funcionan bien.
- Usa un poco de vaselina o BodyGlide en cualquier área vulnerable a rozaduras.
- Es probable que la temperatura aumente a lo largo de la carrera, así que no te sobreexpongas.
Durante la carrera
- Es fácil quedar atrapado en la adrenalina del día de la carrera, pero comenzar demasiado rápido es un gran error de novato.
- No aceleres en todas las estaciones de ayuda ni intentes beber de una taza mientras se corres con energía.
- Practica beber mientras corres antes del día de la carrera o simplemente detente unos segundos para beber.
- Las líneas de baño son más largas en las primeras estaciones de ayuda. Si puede esperar otro par de millas sin molestias, puede ahorrarle tiempo.
- Si tiene un amigo que viene para animarlo, planee con anticipación en qué lugares a lo largo del curso se reunirá con usted. Un amigo en el camino puede ser un gran impulso.
- Disfruta de la energía de los espectadores. Sin embargo, ignora al chico con la caja de donas de chocolate.
¿Crees tener lo que necesitas para correr un maratón en 2019?
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