Desde la tala ilegal en el Chaco, Argentina; hasta la muerte de abejas en México por el uso de plaguicidas altamente peligrosos; o los intentos por mantener la energía nuclear en España; pasando por la ambición de las salmoneras que quieren avanzar en la prístina región de Magallanes en Chile; las amenazas al ambiente están por todas partes.
Y no solo hablamos de estos temas que son de gran escala. La contaminación del río que pasa por tu pequeña comunidad, la tala de árboles del último bosque urbano en tu ciudad o la aparición de vertederos de basura en tu colonia, son parte también de esta problemática tan diversa y generalizada. Quizá no haya un país, una ciudad o una sola comunidad en un rincón del planeta que no tenga en frente un hecho que atente contra su entorno y que haga sentir a quien lo mira la impotencia de no poder hacer “algo” para evitarlo.
Diariamente, organizaciones no gubernamentales dedicadas a trabajar en favor del ambiente reciben cientos, hasta quizá miles de peticiones por parte de las personas pidiendo que hagan algo. Pero la realidad es que no hay organización en el mundo, por más grande que sea, capaz de atender todos y cada uno de estos problemas.
¿Qué podemos hacer entonces? Desde Greenpeace México podemos compartir nuestras herramientas de trabajo, nuestros aprendizajes, aportar nuestras herramientas e invitarlos a que se sumen para que cada uno, desde su lugar, pueda hacer su pequeño aporte.
Guía para pasar a la acción
Cuidar el ambiente es una responsabilidad de todos y podemos hacerlo si nos organizamos. Para conseguir revertir algún problema ambiental de manera efectiva, lo que recomendamos desde Greenpece es emprender una campaña.
Pero, ¿cómo?
- Investigar: recopilar toda la información posible y asegurarnos de que es es verídica. El éxito de cada campaña depende en gran medida de la credibilidad de lo que hagamos conocer.
- Dar luz a las problemáticas: esto quiere decir, hacer visible lo invisible. Una vez que sacamos a la luz un problema ya no puede ser ignorado.
- Exponer: mostrar un problema es también identificar cuáles son sus causas y responsables.
- Actuar: va de la mano con proponer. Señalar el problema, sus causas y actores involucrados también tiene que estar acompañado de acciones y la búsqueda de alternativas. Por ejemplo, si en tu colonia propusieron crear una avenida y, para ellos, destruir la única zona verde arbolada, puedes proponer la alternativa de abrir ciclopistas que crucen el parque, ¿no te parece? Tú puedes juntar firmas para que consideren esta otra opción. Y así, ¡ya estás actuando!
- Pasar de la agresión y la queja a la creatividad: la no violencia es uno de los valores que tenemos en Greenpeace. Proponer es más efectivo que confrontar.
¿Cómo hacer una campaña?
Hacer una campaña va más allá de establecer un objetivo y una serie de pasos para alcanzarlo. Se requiere de un compromiso real para un cambio real. También tiempo, trabajo en equipo, mucho entusiasmo y, ¡no darse por vencidos!
Aquí te compartimos los pasos básicos para hacer una campaña, pero puedes obtener información mucho más detallada en la Guía para pasar a la acción, una herramienta que Greenpeace creó en apoyo a quienes están buscando cómo ayudar en la defensa del ambiente.
- Ubica el problema, la afectación y los responsables (normalmente hay dos niveles de responsabilidad: el responsable del proyecto industrial o actividad dañina para el ambiente y la salud, y los responsables de conceder autorizaciones o de garantizar el cumplimiento de la legislación).
- Define tu objetivo: debe ser alcanzable y significativo. Por ejemplo: proteger una área verde urbana; evitar que talen un manglar para poner un hotel de lujo, convencer a un comercio de que ya no use unicel, etc.
- Plantea tu estrategia: piensa quiénes podrán ayudar (vecinos, afectados, etc), cómo podrían hacerlo (por ejemplo, firmando una petición o sumándose a un pliego petitorio), qué es lo que se buscará lograr (por ejemplo, que instalen una ciclopista en lugar de una avenida), y en cuánto tiempo pensamos hacerlo.
- Establece acciones o actividades para alcanzar tus objetivos. Ten en cuenta plazos, recursos disponibles (personas, tiempo, etc.) y el impacto de cada una de las actividades que planteas.
En el desarrollo de tu campaña nunca olvides la importancia de la participación, ésa es la forma más efectiva de que todos podamos hacer desde nuestro lugar algo positivo para cambiar el rumbo de las cosas.
Nota por Angélica Simón,
representando a Greenpeace México.