Este temerario fotógrafo ruso captura algunas selfies (autofotos) que reflejan vivamente el vértigo de las alturas y muestran impresionantes paisajes fotografiadas en la punta de algunos de los rascacielos más altos de Dubai. Con diecinueve años de edad, Alexander Remnev comenzó a fotografiarse mientras estaba de vacaciones en la ciudad con algunos amigos. Durante su estadía subieron algunos de los edificios más imponentes de la ciudad, incluyendo la Torre Princesa, uno de los edificios residenciales más altos del mundo, con 413.3 metros de altura.
A partir de allí, este joven le tomó el gusto a este tipo de fotografía, y combinado con su evidente gusto por la adrenalina, siguió capturando impresionantes imágenes como las que se ven a continuación. Solo o acompañado, estas capturas son realmente cautivantes.