Todos conocemos a alguien que siempre está hablando mal de otros, que no escucha, que nunca te da la razón, que hiere o agrede. Ese tipo de personas pueden ser personas tóxicas y nos las podemos encontrar en cualquier lado.
Las personas tóxicas son aquellas que muestran una serie de actitudes negativas contagiosas que impiden que te sientas bien, seas feliz o que alcances tus metas. Tienen por tanto una influencia negativa en tu vida.
Este tipo de personas son nocivas para tu bienestar mental y pueden ser de tu familia, amigos, hermanos, compañeros del trabajo o de cualquier otra parte donde tengas que interaccionar con personas.
Las personas toxicas son aquellas personas de tu alrededor que te dominan y controlan, y hacen caso omiso de tus necesidades y sentimientos. Se centran en sí mismos y no parecen estar interesados en ti en absoluto.
Parecen ver a otras personas como herramientas en vez de seres integrales y autónomos. Pero ¿quién sería capaz de aguantar eso? bueno, muchos lo aguantan sin saber, a veces durante años o durante toda la vida.
¿Qué tipos de personas tóxicas hay?
- Narcisista: se cree el centro del universo y que todo gira en torno a él.
- Histriónico: busca llamar la atención, es muy teatral en sus expresiones y puede llegar a exagerar problemas físicos para conseguir la ayuda de los demás.
- Pesimista: todo lo ve negro y siempre va dando lástima. Siempre tiene excusas para todo lo malo que le pasa en la vida. Si tú eres una persona optimista, se va a nutrir de tu emoción positiva para estar bien y dejarte a ti mal. Lo que comúnmente se conoce como "me ha robado la energía".
- Negativo: además de verlo todo negro, siempre te lleva la contraria.
- Falso: son muy mentirosos.
- Psicópata: no todos los psicópatas matan, muchos están integrados.
- Antisocial: va en contra de todo, le da igual lo que piensen los demás y busca hacer daño.
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- El quejica: el que hace de la queja un hábito. Se queja siempre, vayan bien o mal sus cosas. ¡Piensa en lo que es tener a tu lado a una persona que se está quejando todo el día!
- El agresivo: intenta intimidar, es ofensivo, agrede.
- El culpabilizador: el que cree que lo hace todo bien y que sus éxitos son producto de lo bien que él lo hace y los fracasos son siempre por culpa de los demás.
- El envidioso: siempre se está comparando con alguien. Y cuando no consigue algo que desea, descalifica eternamente a quien sí lo posee.
- El jefe autoritario: incita miedo en sus subordinados, necesita saber que tiene el control. Da una falsa apariencia de colaboración y delegación.
¿Cómo se da el efecto de “toxicidad” o contagio emocional?
Efectivamente, las actitudes de las personas ante la vida se pueden contagiar, más si los valores personales no están bien asentados, siendo los jóvenes más indefensos.
Una explicación de porqué alguien negativo te transmite emociones negativas es la existencia de las neuronas espejo en tu cerebro. Explicado sencillamente, estas neuronas hacen que sientas las mismas emociones que ves en la cara de otra persona. Por tanto, si alguien malhumorado te esta contando una vez más algo negativo y percibes esa emoción (por ejemplo cara de disgusto), tus neuronas espejo se activarán y provocarán que tú sientas también esa emoción.
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Otra explicación es social; los grupos y las personas tienden a compartir valores y creencias a medida que pasan más tiempo juntos. Si una creencia negativa se da constantemente, tenderá a reemplazar a una creencia positiva, simplemente por la repetición.
¿Qué hacer cuando te topas con una persona tóxica?
Si lo detectas, intentar ‘mantenerle a raya’, no permitirle su toxicidad. La asertividad y el sentido del humor son los mejores aliados en estas situaciones, para poner los límites adecuados.
Reforzar la autoestima para sentir más seguridad y más confianza en uno mismo es primordial también. Cuanta más seguridad sintamos hacia nosotros mismos, mejor podremos parar los ataques de las personas tóxicas. Y como a este tipo de personas les va el chantaje emocional, si no entramos en ello, se cansarán y buscarán otro objetivo.
En cuanto al culpabilizador, lo más importante es que nunca sienta que hemos aceptado la culpa que nos quiere transmitir. Son sus decisiones y no las nuestras.
Al envidioso, mejor no contarle las cosas buenas que nos pasan. Y con las personas autoritarias, sobre todo si tienen cierto poder sobre nosotros, la cuestión es hablarlo y si no llegamos a ninguna conclusión, lo mejor es alejarnos de ellas para proteger nuestra salud emocional.
Si se debe convivir con ellas (familia o trabajo), debemos aprender a abstraernos lo máximo posible (mentalmente) de su presencia y de sus acciones. Si hemos reforzado suficientemente nuestra autoestima, nos resultará más fácil esta abstracción.
Los verdaderos amigos y seres queridos, te aprecian como eres y nunca te harán sentirte indigno o insignificante. La única cosa que es inútil, es exponerse a las personas tóxicas. ¡Sé feliz ahora, no es necesario que esperes más!