La amistad es una de esas extrañezas del ser humano. Muchas veces se dice que es la familia a la que sí eliges, pero cuando pasas tanto tiempo con ellos, te das cuenta que a veces son tan distintos que parece que ni siquiera tuviste oportunidad.
Los mejores amigos, por otra parte, son realmente únicos. Convierten un lazo frágil en algo indestructible, pues no importa el tiempo ni la distancia, cuando encuentras a alguien con quien compartir lo más sincero de tu ser y lo más oscuro de tu personalidad, casi no hay fuerza que lo supere.
Presienten más de lo normal
Tal vez es fácil ver cuando tus amigos tienen algo en la cabeza o si algo les molesta, pero con tu mejor amigo a veces es cuestión de un mensaje o un guiño casi imperceptible para saber –e intuir– qué es lo que tienen.
Están sincronizados
Su mente trabaja de manera tan similar, que parece que practican pantomimia, pues comienzan a moverse y comportarse de manera similar. De igual manera, cuando algo interesante sucede, se voltean a ver sabiendo qué es lo que quieren decir.
Te hacen actuar sin pensar
Otra cualidad única en un mejor amigo es la confianza ciega que tienes en ellos. Sabes que si un día estás distraído y tu amigo simplemente te dice que hagas algo, lo haces y después piensas. Es una fe ciega que, en una verdadera amistad, sólo es benéfica.
Están llenos de defectos
Sí, todos conocemos los defectos de nuestros amigos, mucho más lo de la gente que no nos agrada, pero un mejor amigo está lleno de pequeñas cosas que los demás no pueden ver, sólo nosotros. Tal vez es un hábito que sólo salta a la vista después de años de estar juntos, y te vuelve loco, pero es algo que sólo tú sabes.
A veces no los conoces
A pesar de todo, una de las mejores cosas de un mejor amigo es que cuando crees que los conoces a la perfección, te sorprenden, pues nunca los terminas de conocer completamente.
El tiempo siempre cambia a las personas, pero sin duda, una amistad valiosa es la que se transforma, que incluso si pierden cosas en común funciona. Llegan momentos, a veces meses en los que ni siquiera saben por qué son amigos, pero luego llega un evento que los une más que nunca y en el que todas esas cuestiones, de nuevo, quedan en el pasado.