La película 'Back to Black', que cuenta la historia de Amy Winehouse a través de la propia mirada de la artista e incluye, entre sus personajes, al barrio londinense de Camden, donde ella residió, se estrenó este fin de semana en el Reino Unido.
El largometraje dirigido por Sam Taylor-Johnson ('50 sombras de Grey') se rodó por las calles y los canales de este distrito de Londres, que, según la cineasta, "formaba parte de la vida y del destino de Amy".
Para los productores era clave grabar la película allí, donde, según el productor musical Giles Martin, continúan conviviendo la belleza y la decadencia: "Creo que representa lo que Amy sentía; me gusta que soñara con el Carnegie Hall y el local Ronnie Scott's, pero en el fondo era una chica de Camden hasta la médula".
Siempre presente
En la capital británica es posible recorrer algunos de los sitios de la vida de una de las estrellas más emblemáticas del siglo XXI.
Así lo han hecho la pareja de Egea Amelie y Renard Timothe, que, desde Francia, viajaron para visitar Londres y aprovecharon para hacerse una foto con un mural de la artista.
"Cada vez que uso lápiz de ojos me acuerdo de ella", dijo Amelie a EFE, en referencia al característico maquillaje de la cantante.
También desde el país galo viajó a la capital británica el estudiante de ventas Maxime Loisel, quien, de paseo por Camden Town, se fotografió con la estatua conmemorativa de bronce de Amy Winehouse, creada por Scott Eaton en 2014.
Reconoce a Amy Winehouse, de la que admira su voz, como "una persona relevante en Camden", destacando, para él, algunas de sus canciones más populares, como 'Rehab' o 'Back to Black'.
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Lugares emblemáticos
Otro de los lugares representativos de la vida de la artista es el pub The Hawley Arms. Allí cantó algunas de sus canciones en 2010, en una actuación inesperada después de dos años sin subirse a los escenarios, como publicó entonces la BBC.
Justo detrás, hay un gran mural en el que la cantante londinense aparece representada en un grafiti firmado por el artista JXC.
La casa de Amy Winehouse en el número 30 de Camden Square también se convirtió en un lugar de culto para los admiradores de la cantante, donde aún permanecen las ofrendas en tributo de la artista alrededor de uno de los árboles frente a su antiguo domicilio.
En los muros de la entrada también hay numerosas marcas de pintalabios en forma de besos, al lado de mensajes como "Descansa en paz, querida", "Te quiero, Amy" o "Un beso al cielo".
Además, por todo el barrio, muchos artistas han querido dejar su particular homenaje en forma de arte callejero, como en la esquina de Bayham Street y Pratt Street, en uno de las paredes altas enfrente de Nemesis Tattoo en Stucley Place, o uno de los más recientes bajo el puente del metro de Londres de Camden, en la entrada del mercado.
Fuente: DW.