Un huerto urbanoes más que una actividad para ser sustentable, una moda o un método pararelajarnos; puede ser una actividad que impacte la vida de los niños parasiempre. Mientras nosotros pensamos en dinero, salud y productividad, paraellos son el contacto físico, las texturas, colores, olores y sabores los que los transforman en personas comprometidas con la naturaleza y les dan incentivos paravivir de forma sustentable y saludable y sobre todo más feliz.
Los programas que en el mundo se han propuesto llevar los jardines y huertos urbanos a ciudades enlas que el concreto ha ganado la batalla, han demostrado que las escuelas queadoptan sus programas de huertos urbanos suben los promedios de calificación,no sólo los de los alumnos que participan en los huertos, sino el de toda laescuela, pues la transformación de unos es la de todos.
Si eso sucede conadolescentes capaces de cuidar un jardín con algo de ayuda, imagina lo quepasaría con niños pequeños que vean la jardinería como una actividad tannecesaria como una clase de matemáticas o un juego de fútbol.
Esto es lo que pasa cuando un niño comienza una huerta.
Los invita a adentrarse en la naturaleza
Para ellos la cocina es donde están los alimentos, pero cuando aprenden con sus propias manos que los vegetales pueden crecer en el jardín y sobre todo que son ellos quienes los hacen crecer y cosechan, comprenderán que la naturaleza es sabia y procurarán cuidarla, respetarla y producirla.
Despierta su creatividad
Ser proactivos y cambiar la teoría por la práctica despertará su instinto creativo. Mientras aprendan a cultivar y cosechar, pronto verás que los niños son más listos de lo que crees y podrán hacerse cargo de plantas sin la necesidad de tu ayuda. Una forma de hacerlo es dejar que ellos adopten una planta que será su completa responsabilidad y mientras tú le enseñas los lineamientos, él tiene que mantener su planta viva y sana.
Mejora su educación
No aprenderás jardinería y ya. Puedes usar el huerto urbano para enseñarle de matemáticas la medir la tierra y calcular lo necesario para cada cosecha, administración al saber qué tiene que hacer en determinado momento del mes o año, cocina al usar todos los ingredientes para crear su comida, nutrición y mucho más.
Crea conciencia ambiental
Plantar un árbol o comenzar un huerto urbano es más de lo que parece, es una transformación social y hasta política que sumerge a los niños en la realidad del planeta. Niños que crecen en entornos urbanos descubren que pueden transformar y mejorar la calidad del planeta con acciones individuales.
Les enseña el significado del trabajo
Trabajar en un huerto urbano les enseñará la importancia de cada cosa que crece de la tierra. Una gran idea es sembrar alimentos que sirvan para preparar una pizza (tomates, albaca, cebolla), y después de cosecharlos, hacer una fiesta en la que los niños ven cómo su trabajo de meses se transforma en una deliciosa pizza.
Hay muchas formas de invitar a los niños a crear un huerto urbano. Ellos aman tener responsabilidades que los hacen sentir más adultos y tal vez si tienes miedo de que se aburran rápidamente, puedes comenzar con hierbas que crecen más rápido y no necesitan tantos cuidados como algunos vegetales. Lo importante es que los niños se ensucien las manos, cosechen y sobre todo disfruten de nuevas actividades.