La naturaleza es sabia y todo en ella tiene una función: hasta lo que está muerto. Por eso, no solo laconservación de los bosques es vital para la preservación vida humana y animal. También es necesaria la preservación de los denominados “bosques muertos”, que son aquellos formados por árboles sin vida pero que se mantienen en pie.
ElMyotis alcathoe, también conocidocomo murciélago ratonero bigotudo pequeño, fue descubierto en el año 2001 y esuna especie endémica de Europa. Actualmente se encuentra en la lista roja deespecies amenazadas.
Unestudio que publicó recientemente la revista italiana Hystrix Journal expresaque los bosques muertos (o maduros) ayudan a la conservación del Myotis alcathoe. Debido a su madurez,estos espacios forestales desempeñan un papel muy relevante en la conservaciónporque ofrecen refugio a ciertas especies dependientes de los bosques.
Estainvestigación, llevada a cabo por científicos italianos y españoles, y cuyocampo de desarrollo fue el Paraje Natural de la Albera (España), expresa que el cambio climático ha afectado el hábitat delos murciélagos, en especial el del Myotisalcathoe, por lo que la conservación de estos bosques maduros resultafundamental.
Faltan bosques
Loscientíficos expresaron: “Sugerimos quelas directrices actuales de manejo forestal (recomendando densidades de 5 a 10árboles muertos / ha), podrían no ser suficientes para asegurar la presencia decolonias de cría de estos murciélagos que habitan en los árboles.”
Dicho en otras palabras, estos animales necesitan, para vivir, que la naturaleza se mantenga intacta. De lo contrario, desaparecerán.
A veces la desinformación hace que dañemos a otras especies sin quererlo. Por ejemplo, es común creer que retirar de su sitio un árbol muerto no es tan dañino como talar uno vivo. Pero la naturaleza nos vuelve a demostrar una y otra vez lo mismo: ella es sabia, pero los humanos, cada vez que la tocamos, tendemos a destruirla.