La diosa Artemisa fue probablemente una de las divinidades más antiguas del panteón griego y más influyentes a lo largo de la historia, tanto así que aún en la actualidad muchas personas se sienten atraídas por conocer su historia.
Pero, ¿quién fue realmente la diosa griega Artemisa? ¿Cuál fue su influencia? ¿Qué protecciones se le atribuían? ¿Cuál era su propósito? A continuación toda la información que tienes que conocer sobre esta divinidad.
“Artemisa, diosa de la luna” es una de las frases que más se leen o escuchan al hablar de ella, y probablemente la que más recuerden las personas. Sin embargo, representaba mucho más que solo esto.
En una época en que la mujer se encuentra empoderada y luchando contra el patriarcado, contra las desigualdades y sobre todo ocupando el rol que le corresponde, plantándose como fuerte y decidida, no es ilógico que la diosa Artemisa aparezca en la escena. Pero, ¿qué tiene que ver esto con la divinidad? Veamos un poco más sobre ella.
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La historia de Artemisa
Artemisa era el fruto de una infidelidad de Zeus con Leto, y hermana melliza de Apolo. Ya al conocer estos datos se puede interpretar que siendo hija del rey de los dioses y hermana de una de las divinidades más fuertes y temidas en el panteón, su personalidad e historia no podían pasar desapercibidas.
Si bien no existe mucha información respecto a la infancia de Artemisa, algunos autores coinciden en que fue ella quien le pidió a su padre algunos obsequios como permanecer virgen. También solicitó vivir en los bosques, para dedicar su vida a la caza, acompañada de ninfas y dríades. Desde allí podría gobernar las montañas y auxiliar a las mujeres en parto, entre otras cosas.
Es por esta misma razón de querer vivir en la naturaleza que se la conoce también como la diosa del medio ambiente y de los cultivos, además de la protectora de los animales.
Zeus concedió sus pedidos y Artemisa solicitó a Hefesto, dios del fuego y la forja, que le confeccionara un arco y unas flechas para poder llevar a cabo la caza, es por eso que se dice que los símbolos principales asociados a esta diosa griega fueron el arco y también la pica.
Según la mitología griega, Artemisa era la diosa de la Luna, al contrario de su hermano, el dios del Sol, pero también de la caza y el medio ambiente. La presentan como una mujer joven, bella y virgen, que ha renunciado a diversos matrimonios y que protegía a las jóvenes que habían elegido ese camino. Sin embargo había otras diosas con características similares a ella, por ejemplo en Roma su equivalente era la diosa Diana.
Artemisa fue una de las divinidades que conformaron a los doce olímpicos, los principales del panteón, entre los que también se puede mencionar a su padre Zeus, su hermano Apolo, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Démeter y Hestia.
Entre los acompañantes de caza que tuvo esta diosa griega, según detallan algunos autores, se puede mencionar a Orión que, pese a que fue uno de los más queridos por la divinidad, murió en manos de Artemisa, aunque los motivos no son del todo claros y existen distintas versiones al respecto.
Calisto, hija del rey de Arcadia, fue otras de las compañeras de caza de Artemisa. La historia cuenta que el grupo de mujeres debía mantenerse virgen y esto no fue algo que pudo cumplir esta diosa. Según la mayoría de las versiones, Zeus atraído por la belleza de Calisto, se transformó en Artemisa para seducirla. Producto de esto, la joven dio a luz a Arcas, pero fue expulsada del grupo de la diosa.
Artemisa y Apolo: los hermanos mellizos
Es posible que al estudiar o intentar conocer sobre esta diosa, los nombres Artemisa y Apolo vayan de la mano, y esto se debe a que estas divinidades eran hermanos mellizos.
Como se dijo, Artemisa, diosa griega, fue fruto de la relación entre Zeus y Leto. Cuando Hera, se enteró de la infidelidad del rey de los dioses, juró descargar su ira sobre quien acogiera a Leto para dar a luz. Incluso, según cuenta la historia, le solicitó a la diosa de la tierra, Gea, que no le brinde refugio, y a la diosa de los nacimientos, Ilitía, que no la asistiera.
Fue así como Leto tuvo que buscar por diversas regiones un lugar donde quedarse y poder dar a luz a sus hijos pero nadie le concedía un espacio por miedo a las represalias de Hera. Así, Leto llegó hasta la isla errante Delos, un sitio que cambiaba de lugar constantemente en el mar y que era utilizado para aquellos que querían escapar de las venganzas de los dioses.
Allí Leto tuvo a Artemisa. Un dato curioso de esto es que si bien ambos eran mellizos ella nació al sexto día y Apolo un día después. Así la diosa de la mitología griega, Artemisa asistió a su madre en el parto de su hermano. Desde allí se convirtió en la protectora de Apolo y forjaron una estrecha relación.
La isla de Delos fue consagrada al culto al dios Apolo y llegó a convertirse en uno de los santuarios más importantes de esta divinidad.
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Artemisa: mitología griega
El mito de Acteón
Si bien son muchos los mitos que rondan alrededor de Artemisa, diosa de la luna, lo cierto es que algunos son más populares que otros, sobre todo los que tienen que ver con cazadores que intentaron perturbar su virginidad. En este sentido el mito de Acteón es uno de ellos.
Según cuenta la historia, Acteón era un soberbio cazador que poseía varias decenas de perros cazadores. Un día Artemisa se estaba bañando con sus ninfas en un arroyo en los claros del bosque y quedó totalmente capturado por la belleza de esta diosa griega.
La diosa Artemisa lo descubrió observándola de manera imprudente y enfurecida por haber sentido que ultrajaron su imagen virginal convirtió al cazador en un ciervo. Acteón intentó huir del lugar pero sus perros, que habían presenciado toda la escena, lo persiguieron y lo devoraron.
Al final el centauro Quirón, quien lo había adiestrado para la caza, adoptó a los perros y creó una estatua de Acteón para consolar a los animales.
Templo en Efeso de la diosa Artemisa
La importancia de esta diosa es tal que se construyó en su honor un templo situado en la ciudad de Efeso, en Asia, a pocos kilómetros del sur de Turquía. Es considerado una de las siete maravillas de la antigüedad.
Era un templo chico, que se encontraba en el centro de 127 enormes columnas, de aproximadamente 1,75 metros de diámetro y 20 metros de altura y dentro de él albergaba la estatua de la diosa Artemisa.
Artemisa, diosa de la luna y su relación con la astrología
Para aquellos que les gusta relacionar a los dioses con los planetas y los astros, ya que todo esto se dice que impacta de mayor o menor manera en las personalidades, el caso de Artemisa no es la excepción.
Artemisa era la diosa de la luna, un gran astro que modifica de diversas maneras los estados de ánimo de las personas. A su vez, tiene una enorme influencia en el signo zodiacal de Cáncer.
Así que se dice que las personas que nacieron bajo este signo, entre el 22 de junio y el 22 de julio, están relacionadas con la diosa Artemisa. Por esto, las personalidades de ellos suelen ser intuitivos y sensibles, además de defensores de aquellos a quienes quiere, como lo era la diosa griega.
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¿Conocías todos estos detalles de la historia de la diosa Artemisa? ¿Te has sentido interesado por ella?
Fuente: Mitología Guru