La abuela de Eduardo Prieto, un usuario de Twitter, al enterarse de que se iría a vivir con su novia, quiso que sus padres compartieran algo muy importante con él: un decálogo del matrimonio feliz.
Él mismo lo ha compartido en su red social, contando la historia y mostrando un par de hojas fotocopiadas que la mujer de 89 años guardaba.
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El decálogo empieza aconsejando que "no estéis los dos enfadados al mismo tiempo" y también que "nunca os gritéis el uno al otro... al menos que la casa esté en llamas". En el punto 3 dice que "si uno de los dos quiere ganar en una discusión, deja que sea tu cónyuge" y en el 4 que "si tienes que censurar algo, hazlo con amor".
El decálogo también insta a que no se les ocurra echar en cara errores del pasado, ni prohibir ni censurar a los familiares del otro.
El conjunto de diez mandamientos también recomienda que siempre hay que tener tiempo disponible en la pareja, y también hace referencia a que nunca hay acostarse a dormir con un problema sin resolver en la pareja.
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Por lo menos, una vez al día, trata de decir algo amable o una expresión de gratitud a tu cónyuge.
En el punto 9 aconseja que "cuando hayas hecho algo equivocado, estate preparado para reconocerlo y pedir sencillamente perdón" y, por último, recuerda que "siempre se necesitan dos para entablar una disputa y casi siempre el que está equivocado es el que más habla".
Estos diez mandamientos se encierran en dos: el amor y la mutua aceptación.
El post de Eduardo se ha hecho viral y se ha llenado de comentarios enternecedores para con su abuela, por haberle compartido las claves para una buena convivencia con su pareja.
Una vez más queda demostrado que los abuelos son muy importantes en la vida de las personas, sobre todo cuando se trata de contar experiencias y demostrar mucho amor.
Siempre se dijo que los abuelos cumplen un rol muy importante en la vida de los nietos, dejan huellas imborrables y son parte del recuerdo de una infancia llena de amor, aceptación y complicidad.
Los abuelos tienen la capacidad de ver todo lo bueno de sus nietos, y para ellos, esos niños son los mejores del mundo y no ven ningún defecto.
Experimentan amor y devoción por sus nietos, que no pueden evitar demostrarlo de mil formas posibles. Cada pequeño detalle es el reflejo del cariño más inmenso y la admiración que despiertan en ellos los nietos, como fue el caso de Eduardo y su abuela.
Fuente: El Español.