El lenguaje, tal como lo conocemos, no es nada más y nada menos que una convención, el sistema de signos que usa una comunidad para comunicarse. No hay nada que establezca una relación entre un significado y la forma de nombrarlo que no sea arbitrario.
Pero, muchas veces, los términos que se utilizan dicen más que su mera "definición". Utilizar una palabra y no otra para referirse a ciertos temas, grupos y/o personas puede implicar algún tipo de discriminación, aunque ésta no sea la intención con la que se enuncie. Y así podríamos ejercer una violencia simbólica, aún sin quererlo.
Una larga historia por el reconocimiento de las minorías y de la igualdad de derechos ha hecho que cada vez más los términos que componen nuestro lenguaje requieran un debate y reformulación, a fin de incorporar nuevos o dejar de utilizar otros cuyo significado ya no resulta tan aceptado socialmente.
Aquí encontrarás algunas claves para que tus palabras no enuncien sentidos que no quisieras.
1. Personas con Discapacidad
¿Cuál es la forma correcta: discapacitados, personas con capacidades diferentes o personas con discapacidad? Posiblemente alguna vez te hayas preguntado esto y, aunque no lo hayas hecho, debes saber que no significan lo mismo.
De acuerdo a la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas (ONU) el término adecuado es "Personas con Discapacidad o Personas en Situación de Discapacidad".
¿Por qué? Porque decir discapacitado sugiere que esta condición lo define como ser humano, cuando éste no es un atributo de la persona: "la discapacidad es una situación provocada en la interacción entre la persona, sus características, el medio físico y social no habilitado para la diversidad propia de la naturaleza humana". Tampoco es adecuado decirle a una persona con discapacidad "enferma", ya que la discapacidad no es una enfermedad; ni "minusválido", dado que no tienen un valor menor a otros seres humanos; ni "personas con capacidades diferentes o especiales", ya que desde el principio de igualdad todos tenemos las mismas capacidades y necesidades (ya sean potenciales, reales o en desarrollo).
Otro término que suele utilizarse en estos casos es el de "normalidad". Podemos escuchar frases como: "puede hacer una vida normal, o tener un empleo normal", cuando ésta es una cuestión muy discutida. ¿Qué es la normalidad? Por eso es mejor usar expresiones que se refieran a la vida o el empleo digno o en igualdad de oportunidades.
2. Pueblos originarios
¿"Indígenas", "pueblos originarios", "aborígenes" o "indios?
"Indio" hace referencia a alguien proveniente de la India. Se empezó a usar en el siglo XVI por los españoles luego de la conquista de América, ya que para Colón, en un principio, había llegado - como se había propuesto- a las Indias. Por eso, tiene un sentido etnocéntrico. "Indígena" se refiere a los habitantes nativos de un país, aunque también hay quienes vinculan su origen a la palabra indigente. Respecto de "Aborígen", por su parte, existen quienes señalan que significa "sin orígenes" y por ende lo rechazan; y quienes, por el contrario, lo entienden como "desde los orígenes".
En cambio, "pueblos o comunidades originarias" se refiere a quienes poblaron cualquier lugar del mundo antes de las conquistas. Siempre que se refieran a estas comunidades, es importante al nombrarlas respetar la autodenominación, es decir, las formas en que los pueblos se identifican y eligen ser llamados; ésa será sin duda la mejor manera de referirnos a ellos con respeto y reconocimiento.
3. Sexo o género
Muchas veces puede que nos confundamos cuando nos referimos al sexo o género. Con el primero se definen las características anatómicas y fisiológicas diferenciadas en hombres y mujeres. Por el contrario, "género", de acuerdo a la UNESCO, "es el significado social que se otorga al hecho de ser mujer u hombre y que define los límites de lo que pueden y deben hacer la una y el otro, así como los roles, expectativas y derechos que deben tener. No es una condición basada en las diferencias biológicas de hombres y mujeres sino una construcción socialmente aceptada que configura normas, costumbres y prácticas de diversa naturaleza".
En este sentido, "Transgénero" es un término que se refiere a que la propia identidad de género no coincide con las características fisiológicas del sexo con el que una persona ha nacido. La identidad transgénero es un tema de identidad de género, no de orientación sexual, por eso las personas transgénero pueden tener una orientación heterosexual, del mismo género o ser bisexuales, por ejemplo.
Para referirse a ellas, respeta cómo se describen a sí mismas, siempre que éste sea un tema que precise aclararse, ya si hablamos de igualdad, no debería siquiera por qué ser expuesto, ya que atañe a la propia identidad. Para saber qué tratamiento es el más correcto, podrías pensar, como ejercicio, qué relevancia tendría esta información en el caso de que se tratase de una persona heterosexual.
[Puedes también encontrar más información de esto en la Guía para el uso no sexistadel lenguajeen la Universitat Autònomade Barcelona]
4. Refugiados
¿Existe una diferencia entre decir "refugiados" o "migrantes"?
De acuerdo a ACNUR, los refugiados "son personas que huyen de conflictos armados o persecución"; regresar para ellos es peligroso y necesitan asilo en otros lugares. Por eso el derecho internacional debe protegerlos.
Por el contrario, "migrantes" son las personas que eligen trasladarse no debido a una amenaza directa de persecución o muerte, sino para mejorar sus vidas por cualquier razón o motivo.
A nivel político esta diferencia es importante, ya que mientras los países tratan a los migrantes de acuerdo a su propia legislación y procedimientos de inmigración; con los refugiados, los países deben aplicar normas sobre el asilo y la protección.
5. Niño/a en situación de calle
Ningún niño o niña "es" de la calle porque viva o trabaje en ella al estar en una situación de vulneración de sus derechos. Con el solo hecho de nombrarlos de esta manera podríamos estigmatizar a esos niños, señalando que ésa es una situación estática, es decir, que no puede modificarse; cerrando así la posibilidad de que lo haga. El psicólogo uruguayo Ariel Gustavo Forselledo, ex coordinador del Programa de Protección Integral de los Derechos del Niño, del Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes, señala que los niños, niñas y adolescentes en situación de calle son "aquellos menores de 18 años que tienen vínculos familiares débiles o inexistentes, que hacen de la calle su hábitat principal y desarrollan en ella estrategias de supervivencia, hecho que los expone a distintos tipos de riesgos". En su mayoría provienen de familias en situación de pobreza, y en general han interrumpido la escolaridad.
Del mismo modo, con respecto a los niños, es recomendable referirlos así y no como "menores", como algunos medios suelen hacer, ya que ésta tiene una connotación policial o judicial, y por tanto es discriminatorio. También, es preferible hablar de "niños en situación de abandono" que "niños abandonados".
Como verás, todos parecen sinónimos, pero no significan exactamente lo mismo. Teniendo conciencia de las palabras que usas estarás marcando una gran diferencia.
¿Qué otras palabras sumarías?