El ciclista francés Robert Marchant conquistó hace pocos días el récord mundial de su categoría al recorrer 22,547 kilómetros en una hora. Si bien lo hizo en la categoría 105 años, que solo contempla a los de su edad, el record jamás alcanzado por alguien tan longevo merece una celebración
Cuando los periodistas le preguntan cómo llegó tan atlético a esa edad, Marchant responde que su estilo de vida saludable y no abandonar el entrenamiento son las claves. Pero además, tiene un secreto bien guardado: beber agua con un poco de miel.
"Podría haber hecho un mejor tiempo, pero me perdí la señal que marcaba que restaba un minuto, si la hubiera visto hubiese acelerado", explicó Marchant, que tal vez intente superarse el año próximo.
Marchant se inició en este deporte a la llamativa edad de 68 años, cuando la mayor parte de los ciclistas ya se ha retirado. Nació en 1911 y vivió ambas guerras mundiales: en la segunda fue prisionero.
A causa de la guerra, Robert debió exiliarse a Venezuela y a Canadá, por eso abandonó su práctica deportiva. En la juventud se dedicaba a la gimnasia y el boxeo.
Fue en 1960, cuando regresó a su país natal, que decidió probar suerte con la bicicleta. Lo hizo a modo de hobbie, y posiblemente no soñaba en ese momento con seguir practicando ciclismo 57 años después, ¡y batiendo un record mundial!
El agua con miel
Muchas personas se han sorprendido de que el longevo ciclista bebiera agua con miel y se han interesado por este hábito.
Marchant agrega una cucharada de miel a la botella de agua que bebe antes de las carreras o durante el entretamiento.
La miel es una fuente natural de energía, ayuda a prevenir y tratar las enfermedades respiratorias (que podrían ser muy comunes a esa edad), es tranquilizante (lo que ayuda a que un deportista de esa edad pueda resistir el esfuerzo), y previene infecciones como las que un deportista podría sufrir ante una lesión. Además la miel tiene otros beneficios generales, como mejorar el funcionamiento del sistema digestivo.
En este video puedes verlo en acción: