Si eres amiga de tu hermana sabes bien que los lazos fraternos incluyen complicidades como ningún otro. A pesar de las diferencias de edad o de criterios siempre tendrás algo para compartir con tu hermana. Seguramente la infancia y la adolescencia habrán sido inolvidables y en la etapa adulta cuentas con una compañera indispensable. ¡Comparte esta nota con tu hermana y seguramente se sentirán identificadas!
1. Siempre tienes una cómplice en casa
Si estás regresando tarde a tu casa, quieres organizar una fiesta con tus amigos o cambiar el color de tu habitación sabes que siempre contarás con una aliada que se sumará a tus planes y te ayudará a concretarlos.
2. Tienes compañía asegurada
Sabes que siempre tendrás una compañía disponible para prestarte su oído, compartir un momento juntas o pedir comida y mirar películas.
3. Los mejores momentos surgen espontáneamente
La cotidianeidad permite que, de manera improvisada, surjan planes divertidos o que simplemente un momento de la vida diaria se convierta en una anécdota memorable.
4. Recibirás consejos sinceros
Tu hermana será la indicada para darte una opinión sincera ya que el lazo que las une es incondicional y nada de lo que diga, por más duro que sea, hará que se peleen.
5. Te conoce de principio a fin
Pocas personas te conocen tanto como tu hermana ya que ella sabe todo sobre tu familia y amigos. Muchas veces sabrá lo que te pasa sin que se lo hayas contado. Es que ella interpreta tus reacciones, gestos y estados de ánimo mejor que nadie.
6. Alimentará tus recuerdos
La memoria es selectiva y cada uno almacena historias diferentes. Rememorar la niñez junto a tu hermana te devolverá recuerdos que seguramente no tenías presente y que pueden completar los tuyos.
Si eras de las personas que tienen una hermana así, ¡siéntete afortunada! Disfruta de su compañía y hazle saber lo importante que es para tí.