En la época de nuestros padres, el trabajo "era para toda la vida", pero hoy no es así. Nos gusta ir cambiando de trabajos y de desafíos para conocer otras personas, aprender otras tareas e incluso, por qué no, vivir en otros lugares.
1. Recibiste un reporte de mal rendimiento
Si en la compañía donde trabajas están pensando en despedirte, posiblemente estén evaluando tu desempaño. Si recibiste un reporte y su resultado es negativo, puede ser una señal. Cuida tu puesto, si así lo quieres o necesitas. Y si no, tu olfato te dirá si se trata de una llamada de atención o es el momento previo a que te vayas.
2. Abundancia o escasez de tareas
Otra de las cosas que suelen pasar en estos casos es que o bien te asignen tareas que ninguna persona podría terminar por su volumen o complejidad; o bien, por el contrario, que te vacíen de tareas.
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3. La relación con los superiores es diferente
Si tu director o jefe te ignora, o regaña adelante de los demás, puede ser una señal de que las cosas no van bien.
4. Sientes más control
El aumento de control o vigilancia es una señal de que pueden estar pensando en despedirte a ti o a alguien en la compañía. Puedes notar que supervisan más los horarios, las tareas, o directamente te piden más a menudo reportes de tus tiempos y resultados.
5. No reconocen tus logros
Si aunque te esfuerces y trabajes más de la cuenta no reconocen lo bueno que logras, no solo puede significar una futura partida, sino que quizás ese trabajo no es para ti.
Pase lo que pase debes saber que tú eres una persona muy capaz. No dudes de ti mismo ni te culpes. Si quieres o necesitas conservar tu empleo, hazlo visible, hazte notar. A veces las compañías se rigen por lógicas como ésa. Pero si sientes que estás invirtiendo tu energía en un proyecto que no es coherente contigo mismo o tus aspiraciones, y tienes la posibilidad de escoger, opta por algo nuevo. Dar el salto te ayudará a crecer y probar nuevos rumbos más provechosos para ti.