La ciencia no solo se ocupa de la naturaleza, del cosmos o de abstracciones que no podemos explicar. Los científicos también se encargan de estudiar el porqué de todo lo que nos sucede en la vida cotidiana.

Por eso, un tema universal como el amor es un disparador de muchos estudios científicos. Estos son 5 de los datos más curiosos descubiertos en los últimos tiempos.

1. Las mariposas en el estómago ¡existen!

Para algunos, las mariposas en el estómago son tan solo una metáfora del amor, o una descripción poética. Pero en realidad muchos de nosotros experimentamos una sensación física que tiene una explicación científica.

La respuesta está en el nervio vago, que conecta el cerebro con el sistema digestivo. Cuando se produce una sensación de nervios, nuestro sistema nervioso envía al estómago señales directas que técnicamente "nos preparan para la huída".

Aunque cuando vemos a alguien que nos gusta por lo general no salimos corriendo (aunque a veces puede ocurrir que sí), es una situación que genera ansiedad y el cerebro envía esa señal al estómago que causa "cosquillas".

2. Los animales también se enamoran

Aunque solemos pensar que es cosa de humanos, el amor o al menos un modelo de relación de pareja similar al humano puede encontrarse en la naturaleza. 

Aunque los estudios de ADN demuestran que solo un 5% de las especies son realmente monógamas, muchas de ellas tienen relaciones de pareja largas y duraderas durante gran parte o toda la vida. Algunas de ellas son el mono cara de búho, el buitre negro, el ratón de california y el perrito de las praderas.

3. Es un mito que el chocolate tenga efectos parecidos al amor

Existe un dato científico muy extendido y que tal vez hayas escuchado, y es que el chocolate produce en el organismo sustancias similares a las que generan el amor o el sexo. 

Hay algo de cierto tras esas afirmaciones, pues el chocolate posee cierta cantidad de feniletilamina, una sustancia que también se produce naturalmente en el cerebro bajo situaciones íntimamente relacionadas con el amor (como un cruce de miradas o el roce de la mano de la otra persona), y que también es un precursor de la dopamina, conocida tradicionalmente como el "neurotransmisor de la felicidad".

Sin embargo, también está científicamente demostrado que la feniletilamina exógena, que entra a nuestro organismo desde el exterior, por ejemplo comiendo chocolate, es rápidamente degradada por una enzima llamada monoaminooxidasa.

4. Produce modificaciones en el cerebro

Un estudio publicado en Frontiers of Human Neuroscience por científicos de la Universidad de Ciencias y Tecnología de Hanui se encargó de demostrar que el amor puede producir ciertos cambios en el cerebro de quién lo siente.

Una resonancia magnética funcional que observó las diferentes áreas del cerebro mientras los cien voluntarios del estudio interactuaban, comprobó que aquellos que aseguraban estar enamorados presentaban mayor actividad en las áreas cerebrales asociadas a la motivación, la recompensa y las habilidades sociales.

5. Tiene efectos similares a los de una borrachera

Otro estudio, publicado en 2015 en Neuroscience and Biobehavorial Reviews pone de manifiesto la curiosa relación existente entre el amor y la borrachera.

Cuando nos encontramos bajo efectos del amor, se libera oxitocina, conocida también como la hormona del amor. En el estudio, se aislaron los efectos de esta hormona, administrándola por vía exógena.

El resultado demostró que sus efectos se parecían a los de ingerir alcohol en exceso; siendo algunos muy positivos (como el aumento de confianza en sí mismo) y otros muy negativos, como la agresividad o la envidia hacia los demás. Además, también se suprimen los circuitos corticales límbicos, o lo que es lo mismo, se eliminan sentimientos como la inhibición social, el miedo o el estrés.

Estos resultados pueden explicar tanto euforia que sentimos en las primeras fases del enamoramiento, como las obsesiones y conductas dañinas para nosotros mismos que podemos desarrollar en torno a las relaciones de pareja.