Dicen que si deseas algo, mientras más lo ansíes, más probable será que lo tengas. Yo he encontrado que eso es falso. Esperar que las estrellas o algo más conspire a tu favor y te lo regale no es como funciona la vida. Irónicamente, hacer lo contrario parece tener el mismo efecto, por lo menos en cuestiones personales.
Nadie puede negar que trabajar arduamente es la forma de conseguir un trabajo, una buena calificación o simplemente de aprender más y ganar experiencia, pero en cuestiones abstractas, al hablar de crecimiento interpersonal, de buscar al amor de tu vida y más, la mesura parece ser la respuesta.
Lamentablemente esperar es algo que nuestra generación no sabe hacer, y muchas veces tiene contras que frustran nuestro entendimiento de la vida y nos vuelven miserables. Algunas de las siguientes ideas se pasan de boca en boca como grandes consejos, pero en realidad son bombas de tiempo que terminan por decepcionar y es mejor revertirlas cuanto antes.
Apresúrate a cumplir tus sueños
La realización profesional para muchos, sobre todo para los jóvenes, es sinónimo de sentido de la vida. Desde chicos les dicen que sigan sus sueños, que muchos traducen en encontrar una profesión y trabajo que se adecúe a lo que les gusta, muchos incluso creen que su sueño es tener una empresa (aún sin saber qué empresa desean fundar). El problema radica en que muchos se presionan de sobremanera para lograrlo.
Mucha gente repite sin pensar frases como “Si a los 30 no tienes un negocio propio nunca lo tendrás” y se obligan a gastar los mejores años de su vida sin divertirse, dejando atrás nociones como la experiencia, el autodescubrimiento y más.
Vive cada día como si fuera el último
¿Te has detenido a contemplar la vida? Vivir como si fuera el último día parece bueno en una sociedad en la que nadie se detiene a ver los pequeños detalles, en la que corremos pero ya no caminamos y mucho menos nos detenemos.
¿Alguna vez has caminado por las calles de una ciudad histórica tantas veces que pierdes el sentido de belleza de ciertos lugares, sobre todo los históricos? Tal vez si un día te detienes y alzas la mirada, puedes ver las fachadas que un día te deslumbraron y que por años olvidaste. Detente, respira, observa, la vida sigue y tu dictaminas el ritmo.
Sal a buscar a la persona que amas
Otro gran error. Cuando deseas enamorarte, tienes citas con tanta gente como te es posible, pones un estándar a cumplir e idealizas a tu pareja perfecta, lo más probable es que pasen los meses sin que sientas una verdadera conexión.
Es abandonando la idea de perfección, incluso la de una pareja que recibes lo que querías. En otras palabras, tienes que dejar de buscar para encontrar lo que no sabías que querías. Ahí es cuando un día, sin esperarlo, creas una conexión genuina y no una falsa ilusión que se formó a través de escenarios predeterminados.
Encontrar lo que deseas no siempre implica buscarlo. Hay cosas que debes dejar suceder, no al azar, sino siguiendo un camino determinado en el que sabes que todo lo que quieres se encuentra y sorprenderte cuando por fin llegue.