Las hábitos sonfáciles de mantener, el problema es que siempre son los que nos hacen daño losque no nos cuesta trabajo cumplir día a día. ¿Una Coca-cola al día? Sin problema.¿5 kilómetros antes de las ocho de la mañana? Hoy no, tengo muchos pendientesque no puedo dejar pasar, a pesar de que usualmente no los hago hasta pasado elmediodía.
Cambiar tu vida,porque un hábito saludable realmente cambia tu vida, es difícil, pero noimposible. A pesar de que las buenas intenciones cuentan, desearlo no locumplirá, por eso existen distintos métodos basados en estudios psicológicos yantropológicos que te garantizarán que si los cumples, podrás implementar esehábito por el resto de tu vida.
Concéntrate en las acciones
B.J. Fogg de la Universidad de Stanford lleva más de 20 años estudiando el comportamiento humano y una gran síntesis de su método para crear un hábito es el siguiente:
Sé específico
Mantén claro un objetivo, dale forma en tu cabeza y visualiza hasta dónde quieres llegar.
Activa el comportamiento
Mantén las acciones que te ayudarán a cumplir tu meta siempre cerca de ti. Si estás dejando el cigarro, deshazte de ellos y en el lugar donde siempre los tenías preparados para ti, pon algo que te ayudará a distraerte -un paquete de goma de mascar- o por lo menos algo que lo sustituya temporalmente. Eventualmente estos pasos harán que tu nuevo hábito surja de forma natural y no a través del pensamiento.
Hazlo simple
¿Qué acciones sencillas te permitirán lograrlo? No veas un escenario inmenso, lleno de obstáculos, focaliza tu atención en pequeñas y realistas metas que realmente te lleven al éxito.
Crea cadenas de comportamiento
Otro método para lograr seguir tus hábitos es si cambias el lenguaje en tu forma de pensar. Simplemente con eso harás que todo tu actuar cambie. Por ejemplo, si tu meta es ser más responsable, no mantengas el pensamiento de “Ser más responsable”, sino “Si tengo una tarea pendiente, entonces hoy avanzaré un cuarto del total”. Cambia el pensamiento general, por cuestiones particulares. Piensa en tus meta con las palabras “Sí” y “Entonces”.
Vuélvete aburrido
Según el libro “El instinto de la voluntad” de Kelly McGoinal, ser aburrido tiene sus ventajas. Quitar muchos distractores y opciones de ti te obliga a tomar menos decisiones, a ser más repetitivo y a perfeccionar esos objetivos que quedan al alcance de tu mano. Un ejemplo son las personas ricas y poderosas que se visten de la misma forma todos los días. Quitar de su mente las miles de opciones que la moda ofrece, tienen más tiempo para preocuparse por lo que realmente les importa.
Así, al entrar en un modo zen de repetición y pocas opciones, no tienes otra alternativa más que concentrarte en tus hábitos de forma real. Según el Harvard Business Review, si quieres mantener disciplina a largo plazo, lo que debes hacer es identificar los aspectos de tu vida que consideras mundanos y forzar esos nuevos hábitos en esa rutina mundana.
Elige el método que mejor se acomode a tu personalidad, cambia tu forma de pensar, vuélvete aburrido o simplifica las tareas; haz lo que sea necesario pero deja los malos hábitos y demuestra que no son parte de tu identidad, que puedes cambiar ciertas cosas sin cambiar tu personalidad y de esa forma mejorar tu vida sin comprometer tu personalidad.