El amor eterno es subjetivo. Muchos piensan que es pasar una vida junto a una persona, cada día amándola más hasta el final de sus días, y si existe algo más allá, esperar que allá permanezcan juntos. El problema es que la eternidad no es más que una idea que generamos para darle sentido a lo que hacemos en vida.

Incluso al pensar que escribir algo nos hará inmortales caemos en una equivocación. Las artes y las letras cambian y pocas son las que pasan la prueba del tiempo, sin embargo, no podemos dudar que las palabras del poeta chileno Pablo Neruda son realmente inmortales

Inmortal, no porque sus palabras continúan haciendo eco en el corazón de millones aún después de su muerte y porque continuarán durante décadas o siglos por venir. No, inmortal porque las palabras que Neruda escribió han cambiado tantas vidas que es como si empezaran de nuevo, creando nuevos mundos y nuevas historias. Suficientes para ganarse la inmortalidad.

Las lecciones de Neruda viven en nosotros cuando las leemos, pero aunque las olvidemos, su huella es tan profunda que realmente nunca se borra y así nos cambia para siempre. Cada persona que entiende sus lecciones de amor se transforma y así es como Neruda se convierte en un ser inmortal. 

"Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida".

“Por qué se me vendrá todo el amor de golpe cuando me siento triste, y te siento lejana”.

 “A nadie te pareces desde que yo te amo”.

“El amor no se mira, se siente, y aún más cuando ella está junto a ti”.

“Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mí”.

"Para nacer he nacido, para encerrar el paso de cuanto se aproxima, de cuanto a mi pecho golpea como un nuevo corazón tembloroso”.

“De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino”.

"Es tan corto el amor y tan largo el olvido".


"Tus anchos ojos son la luz que tengo de las constelaciones derrotadas, tu piel palpita como los caminos que recorre en la lluvia el meteoro".

“No hagas con el amor lo que hace un niño con su globo, que al tenerlo lo ignora y al perderlo llora”.

"Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron".

"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida".

“¡Cómo sabría amarte, mujer cómo sabría amarte, amarte como nadie supo jamás! Morir y todavía amarte más. Y todavía amarte más”.

“Amo el amor que se reparte en besos, lecho y pan. Amor que puede ser eterno y puede ser fugaz. Amor que quiere libertarse para volver a amar. Amor divinizado que se acerca. Amor divinizado que se va”.

“He dormido contigo y al despertar tu boca salida de tu sueño me dio el sabor de tierra, de agua marina, de algas, del fondo de tu vida, y recibí tu beso mojado por la aurora como si me llegara del mar que nos rodea”.

"Pero si cada día, cada hora sientes que a mí estás destinada con dulzura implacable. Si cada día sube una flor a tus labios a buscarme, ay amor mío, ay mía, en mí todo ese fuego se repite, en mí nada se apaga ni se olvida, mi amor se nutre de tu amor, amada, y mientras vivas estará en tus brazos sin salir de los míos".