España implementa recompensa de dinero al reciclar botellas, latas y briks: hace una semana que el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) dio luz verde a la implantación del Sistema Obligatorio de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR) para evitar la contaminación de plásticos y envases e impulsar su reciclaje.

El trasfondo de esta determinación, demandada largamente por las organizaciones ambientales, se define tras publicar los datos de recogida separada de botellas de plástico que, según la cartera coordinada por Sara Aagesen, se quedó en 2023 en un 41,3% en peso respecto al introducido en el mercado, lejos del objetivo del 70% que marcó la Ley de Residuos para este año.

Los envasadores y los supermercados gestionan asumiendo, al 100 %, su responsabilidad. ¿Qué países lo usan ya y cómo está resultando? Funciona con éxito en 50 países y regiones globales. Aunque en países como Canadá, Australia o varios estados de EE.UU. ya funciona, Europa está a la cabeza en la implantación de estos sistemas. Para conocer más el sistema, Greenpeace, una de las organizaciones que reclamaban desde hace 15 años la puesta en marcha del sistema, editó un dossier para despejar dudas y dar a conocer mejor el SDDR.

España implementa devolución de dinero al reciclar botellas, latas y briks

Aunque el sector de la recuperación de envases no comulga con los datos hechos públicos por el MITECO que se alejan mucho de los publicados por el ministerio, la base de todo está en los millones de envases que se consumen y que deben ser reutilizados para no resultar como residuos en el medioambiente.

El sistema «premia» el esfuerzo ciudadano por la acción de reciclar posibilitando recuperar los céntimos que el consumidor ya pagó con la compra de botellas, latas o briks. Una fórmula muy parecida a la devolución de botellas de vidrio o «cascos» que hacíamos antaño en España.

Máquina de devolución de envases

Sistema Integrado de Gestión

Sin embargo, los distintos agentes de la cadena de valor del envase (fabricantes, envasadores y distribuidores) optaron por utilizar un Sistema Integrado de Gestión (SIG) para recuperar los materiales a raíz de la Ley 11/97 de envases y residuos de envases.

Ecoembes evidencia el actual sistema y lo compara, hablando de dos alternativas, el SDDR y el actual contenedor amarillo, por el que las «empresas optaron por constituir un SIG por considerarlo más eficiente para cumplir los objetivos de reciclado, ya que estos objetivos afectaban al total de residuos de envases de plástico, latas, botellas, envoltorios, recipientes y los SDDR sólo focalizan en el reciclado de envases domésticos de bebidas».


El sistema aprobado por el MITECO es un impuesto en la sombra o sobreprecio que pagas al consumir y que recuperas al incorporar los envases en el sistema, un importe estimado entre 10y 20 céntimos, a la espera de que el ministerio estipule la cantidad económica. El sistema SDDR está específicamente destinado a la recuperación y tratamiento de aluminio, plástico y briks. Los objetos más usuales para los que se desarrolla el sistema es para envases de bebida, aunque podría aplicarse a cualquier envase, colillas de tabaco, cápsulas de café.

Maquina SDDR

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¿Cuándo estará plenamente instaurado?

Si la implementación inicia a finales de 2024, la ciudadanía podría «devolver el casco» en 2026, aunque ya se habla para enero de 2027. ¿Qué es lo mejor y lo peor del nuevo sistema? Lo mejor del sistema es que ahorra costes económicos y ambientales, y abre la puerta al uso masivo de embalajes reutilizables. Genera nuevos empleos, descontamina el medio ambiente de residuos plásticos y apuesta por una economía circular.

¿Cómo es la máquina SDDR?

La máquina de recuperación de envases de plástico, latas o briks recogerá envases de hasta tres litros, que requiere un espacio en tienda de 2 metros de alto y menos de uno de ancho. Además, estos dispositivos compactan el material para que los envases no ocupen volumen.

Las máquinas deben ser atendidas y mantenidas por los encargados del supermercado. Este trabajo no es una labor que se haría de forma voluntaria y sin ánimo de lucro por parte de los supermercados, ya que los comercios cobran por cada envase que se recupera (entre 2 y 3 céntimos) una botella de plástico, una lata o un brik.