Seguramente ya hayas oído hablar alguna vez sobre el "smog", esa especie de neblina que se forma con dióxido de carbono, hollín, humo y otras partículas en suspensión. El smog es uno de los "íconos" que se asocian a la contaminación. Pero hay también otro tipo de smog invisible que también deberías procurar evitar: el smog electromagnético o "electrosmog".

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Las ondas eléctricas de todos los aparatos que más utilizamos a diario (la televisión, el teléfono, el módem, etc) generan una especie de niebla electromagnética que nos rodea constantemente aunque no podamos verla.

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En 2014, la OMS publicó un informe donde señaló a las ondas electromagnéticas de los celulares como "posiblemente carcinógenas"; es decir, aún no se ha comprobado de manera certera ese riesgo.

Este organismo internacional señaló al respecto que: "A medida que las sociedades se industrializan y la revolución tecnológica continúa, hemos experimentado un aumento sin precedentes del número y diversidad de fuentes de campos electromagnéticos. Esas fuentes están vinculadas a computadoras, teléfonos móviles y estaciones base".

Algunas de las consecuencias que se relacionan con este tipo de smog podrían ser:

Sin embargo, pocos países reconocen la hipersensibilidad electromagnética como una enfermedad.

Recomendaciones para reducir los posibles riesgos de este smog

Nota: Los efectos del "electrosmog" aún no han sido demostrados ni oficialmente clasificados. Su investigación aún está en curso.

Fuentes:

BBC