El COVID-19 no deja de sorprendernos: pasó de ser una enfermedad eminentemente respiratoria a una afección multisistémica. Lo que indica que el virus puede afectar directamente a muchos órganos y sistemas del organismo. Lo último que se conoce es el nuevo síntoma que consiste en erecciones prolongadas y dolorosas, las cuales han ocurrido en pacientes de más de 60 años.
Uno de los problemas más inquietantes de la enfermedad es su capacidad para provocar un fenómenos inflamatorio muy intenso en el cuerpo. Donde la formación de coágulos sanguíneos es una complicación muy común.
Los cambios y alteraciones a nivel inflamatorio originadas por la enfermedad pueden tener múltiples manifestaciones. Y ya se tenía una idea de que podían afectar el aparato reproductor. Por lo que el priapismo es una sorpresa que se esperaba que ocurriera en cualquier momento. Esta afección se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene. Sus síntomas son erecciones de más de cuatro horas de duración no relacionadas con la estimulación sexual.
Los dos casos conocidos
El American Journal of Emergency Medicine indica que el primer caso se presentó en Ohio, se refiere a un hombre de 69 años con historial de obesidad que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos tras una semana con síntomas respiratorios. Los cuales estaban relacionados al Covid-19.
Tras 10 días de tratamiento, sus pulmones comenzaron a fallar y fue puesto boca abajo, una técnica de emergencia utilizada para ayudar a que el aire se mueva mejor por todo su cuerpo. 12 horas después los médicos lo volvieron a poner boca arriba, las enfermeras notaron que su eje estaba erecto. Luego de tres horas, incapaces de arreglar la situación con una bolsa de hielo, los médicos drenaron la sangre del pene del hombre con una aguja. Esta fue la única solución al ataque de priapismo.
El segundo caso refiere a junio, y fue publicado en la misma revista. Se trataba de una situación similar un hombre de 62 años asistido en Versailles, a las afueras de París que había contraído el coronavirus experimentó una erección de cuatro horas resistente a la bolsa de hielo. También requirió ser drenado a con una aguja y se cree que fue causado por coágulos de sangre. Antes de contraer la nueva enfermedad, el hombre no tenía antecedentes de coágulos de sangre.
En su caso, fue tratado con etilefrina y también un antitrombótico, debido a que se sospechaba que los coágulos podían haber taponado las venas del pene que impedían que la erección descendiera. Afortunadamente el tratamiento fue efectivo y la condición general del paciente mejoró.14 días después se le pudo retirar la respiración asistida y terminó recibiendo el alta.
Una vez que se realizó una revisión de los casos, los especialistas concluyen que las complicaciones tromboembólicas que se dan en un 30% de los casos graves de Covid-19 tuvieron esta rara manifestación. La cual impide que la sangre salga de los conductos cavernosos del pene.