Al preguntarnos emocionalmente ¿que significa perder el olfato? estamos asumiendo, aunque no lo percibamos de entrada, que nos interesa la biodescodificación. Se trata de una rama de la medicina alternativa. Se enfoca en descifrar el significado emocional e incluso metafísico de las enfermedades o patologías clínicas que los humanos sobrellevamos a lo largo de nuestra vida.
Biodescodificación: un abordaje emocional de las enfermedades
Para la biodescodificación, toda enfermedad tiene un origen emocional que al no encontrar una vía de expresión o drenaje desde las emociones, se refleja en nuestro cuerpo. Lo hace a través de distintas dolencias o patologías. Esta rama de la medicina alternativa no busca reemplazar a otros enfoques, tanto alternativos como clásicos, sino más bien ser una aliada que ayude al diagnóstico, tratamiento y sobre todo la prevención de las enfermedades.
Si te has preguntado, emocionalmente ¿que significa perder el olfato? debes saber que no eres un ser extraño que se pregunta tonterías. Existen miles de personas que no solo se lo cuestionan sino que se dedican a encontrar la respuesta. El punto de desarrollo de esta medicina alternativa es tal, que hoy en día existe un diccionario de biodescodificación que incluye la mayor parte de patologías y/o afecciones que enfrenta el ser humano y su posible significado desde un enfoque emocional o metafísico.
Cabe destacar que estos diccionarios, no buscan delimitar una verdad científica, sino más bien ser una guía ya que cada cuerpo y mente son únicos. Los diccionarios de biodescodificación pueden dar una aproximación al significado que cierta patología pueda tener en tu propia vida, pero para tener una respuesta más certera se debe evaluar tu situación particular. Por ejemplo, si en tu caso rechazas cierto aroma determinado, la biodescodificación te puede brindar pistas para descifrar por qué, teniendo en cuenta las situaciones que hayas estado viviendo en tu día a día.
Emocionalmente ¿qué significa perder el olfato?
Teniendo ya en claro lo que es la biodescodificación y cómo esta rama de la medicina alternativa busca descifrar el significado de las enfermedades, cabe retomar nuestra incógnita de base, emocionalmente ¿que significa perder el olfato?.
El primer paso es entender el rol que juega el olfato como uno de los cinco sentidos del ser humano. Resulta que el olfato es uno de los primeros sentidos en desarrollarse apenas nacemos, ya que al salir del útero, una de las cosas que logra calmar al bebe es el aroma de su madre, puntualmente buscar el rastro de la leche materna. Podemos decir que el olfato es un sentido que está fuertemente relacionado con el instinto de supervivencia.
El sentido del olfato suele ser menospreciado o incluso eclipsado por otros, como la vista, la audición o incluso el tacto, al punto de que generalmente solo lo reconocemos cuando lo perdemos. Tanto es así, que justamente cuando lo recuperamos y volvemos a saborear una buena comida, nos damos cuenta lo valioso que es. No debemos olvidar que los olores nos conectan como ninguna otra sensación con los recuerdos y vivencias, ya que activan las regiones emocionales del cerebro.
Teniendo en cuenta la conexión que tiene el olfato con los recuerdos y vivencias, emocionalmente ¿que significa perder el olfato? para la biodescodificación podemos descifrar dos significados: uno por sus efectos en la nariz como tal y el otro por el olfato como sentido.
Nariz: estamos ante una angustia, un miedo o conflicto que busca alejarse cuanto antes de eso a lo cual le teme o le angustia. Si es el orificio derecho el que se ve afectado, estamos ante un hecho afectivo. Si por el contrario se trata del orificio izquierdo, puede referir a una situación de peligro.
Olfato: puede referir al conflicto que genera estar separado del olor y aroma de alguien, la nostalgia. También suele denotar el no querer oler algo que nos recuerde una situación dolorosa.
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El olfato sensible y su significado desde la biodescodificación
Antes de abordar el significado del olfato sensible o hiperosmia desde la biodescodificación, veamos primero a que se refiere esto según el enfoque de la medicina clásica.
La hiperosmia es un trastorno poco frecuente de tipo cuantitativo, donde se presenta un aumento de la sensibilidad olfatoria. Las personas que transitan esta patología tienen la capacidad de percibir los olores con una intensidad muy superior al promedio de la gente. Suele ser un cuadro común en personas que transitan la menopausia o un embarazo, se cree que está asociado al aumento de los estrógenos en la sangre.
Nuestra primera interrogante, emocionalmente ¿que significa perder el olfato? tiene una respuesta clara desde la biodescodificación, la idea de no querer oler o percibir algún aroma que nos lleve al recuerdo de una situación dolorosa. Pero si se da el caso contrario, donde nuestro sentido del olfato se torno hipersensible, ¿que puede significar?
Lamentablemente la hiperosmia no ha llegado a ser catalogada desde la biodescodificación, al ser un patología rara, ha sido muy poco investigada no solo en el mundo de la medicina alternativa, sino desde el enfoque clásico.
Lo que sí está claro es que este síndrome puede afectar distintos aspectos de tu vida, como tus relaciones sociales. Es que al percibir con mucha intensidad los olores puedes llegar a rechazar una invitación a comer o una visita al parque. Piensa en algún olor que te obligue a querer salir corriendo de un restaurante, o a el hecho de no querer tener cerca a alguien por el rechazo que te genera su aroma.
El olfato y su significado espiritual
El olfato, es más que uno de nuestros cinco sentidos, es un puente entre el alma y el cuerpo, basta con recordar un paseo en tu niñez que brote una sonrisa en tu rostro con solo acercar a tu nariz el aroma de algún dulce, por solo poner un ejemplo.
Como comentamos unos párrafos arriba, el sentido del olfato está conectado directamente con las zonas del cerebro que refieren a las emociones y las emociones a su vez son el disparador de nuestra espiritualidad, conectan lo físico con otros planos. Pongamoslo de esta manera, nuestro principal motor de vida es el oxígeno, es aquello que literalmente nos mantiene vivos. El oxígeno entra a nuestro cuerpo por la nariz, un órgano repleto de sensores que llevan señales al cerebro, emociones al corazón y recuerdos al alma.
Por ejemplo para una de las civilizaciones más antiguas como la judía, el alma es llamada ¨neshamᨠque a su vez se traduce en ¨aliento¨, es decir todo aquello que se respira forma y potencia el espíritu.
Por esto, se crean dichos populares como: quien no respira bien, ha perdido la conexión entre su cuerpo y el alma. Es por ello que en prácticas como el yoga, la respiración es clave para llegar a los puntos de relajación y/o meditación necesarios que permitan al cuerpo alinearse con su espíritu.
Es evidente que este sentido, muchas veces opacado por sus colegas, es en verdad imprescindible cuando de emocionalidad y espiritualidad hablamos. Respirar y oler son puentes indiscutibles a nuestros recuerdos y a las emociones que se resguardan en nuestro subconsciente. Permitiéndonos conectar con aquello que va más allá de las imágenes y los sonidos, aquello que parece intangible pero que vive en nuestra memoria y alma en formato de aromas.
El olfato: emocionalidad, recuerdos y aromas
Emocionalmente ¿que significa perder el olfato? ya sabemos que esta interrogante desde la biodescodificación tiene una respuesta clara. Si atraviesas esta patología es por que o bien extrañas profundamente a una persona y por ende su aroma, o bien buscas no percibir el olor de algo o alguien que te remite a un recuerdo doloroso.
Está claro que el olfato es un puente entre cuerpo, mente y espíritu. Un sentido al cual debemos prestarle mucha más atención ya que todo aquello que registra se aloja en lo profundo de nuestro subconsciente, como una especie de cajón de recuerdos imborrables.
Oler un perfume puede despertar una sonrisa o bien una lágrima. Puede llevarte a un momento preciso de tu pasado, como también al deseo de rememorar una vivencia. La moraleja está en entender lo importante que son los aromas en la construcción de nuestras emociones. Por lo cual debemos prestarles más atención de lo que muchas veces nos han enseñado.
Quizás desde ahora prestemos más atención a los aromas que desprenden las comidas mientras cocinamos, como un registro de esa cena que armamos junto a viejos amigos. O bien, entendamos por qué el olor a tiza siempre nos lleva de vuelta a esos días de la primaria en el colegio.
Cuidar nuestra nariz como bien cuidamos nuestros ojos. Aprovechar al máximo los aromas como quien desea no perderse ni una sola estrofa de su canción preferida, o la textura de su frazada favorita.
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