El dolor de espalda es uno de los más frecuentes; y eso puede en gran parte explicarse por los malos hábitos a los que nos hemos ido acostumbrando con el tiempo, como pasar tantas horas delante del ordenador.

La espalda, además, representa a nivel simbólico el sostén de la vida, es lo que nos permite estar en equilibrio. Por eso, cuando alguna emoción en este sentido se encuentra bloqueada, también pueden aparecer molestias que hacen su síntoma de forma física.

Lo cierto es que, sea por la causa que sea, el dolor de espalda puede resultar muy molesto e incluso dificultar continuar con nuestra rutina de forma normal. Por eso aquí podrás aprender cómo hacer un simple ejercicio oriental que te ayudará a aliviarlo.

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El ejercicio proviene del Chi Kung (o Qi Gong), una terapia medicinal china basada en el control de la respiración. Su práctica aporta vitalidad, bienestar, y permite canalizar de forma adecuada nuestra energía vital o Qui a todo el cuerpo. Por eso se la conoce también como la “fuente de la juventud”.

Su esencia es la sincronización del cuerpo, mente y respiración, los tres "tesoros" en la tradición oriental. Para el Chi Kung es fundamental controlar el cuerpo y sus movimientos, regular la respiración, y por último hacer lo mismo con el corazón.

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EJERCICIO PASO A PASO

Ubícate de pie, con los pies separados al ancho de tus caderas. Es importante que tu cuerpo esté equilibrado y en contacto firme con el piso. Si te resulta difícil acompaña el movimiento con la visualización de tus pies que, como raíces de un árbol, se aferran a la tierra.

Para comenzar, eleva las manos, flexionando los codos al llegar a la altura de tus hombros y forma con ellas un triángulo sin que los dedos se toquen entre sí. Mantén esa figura y desciende los brazos como si quisieras dibujar de forma imaginaria una línea que recorre desde el centro de la cabeza hasta llegar a los pies.

Ahora sube ambos brazos como formando un cristo, a la altura de tus hombros. Y al llegar allí, sigue subiendo el derecho por encima de tu cabeza; y al mismo tiempo baja el izquierdo al lado de tu cuerpo.

Pasa el brazo izquierdo por detrás de la espalda, flexionado el codo. Y con el derecho que te ha quedado por encim ade tu cabeza, inclina el tronco hacia el lado del brazo flexionado como generando una leve torsión. Puedes dirigir hacia allí también la mirada.

Baja y repite del otro lado.

Intenta hacerlo siguiendo el ritmo de tu respiración, trabajando de forma suave y consciente, sin forzar.

Este ejercicio te ayudará si padeces de dolor de espalda, lumbar, hernia discal, escoliosis, o incluso para prevenirlos. Si tienes alguna duda, antes de practicar, consulta con tu médico.

Importante: Debe aclararse que Bioguía no da consejos médicos ni receta el uso de técnicas como forma de tratamiento para problemas físicos o mentales sin el consejo de un médico, sea directa o indirectamente. En el caso de aplicar con ese fin alguna información de este sitio, Bioguía no asume la responsabilidad de esos actos. La intención del sitio es solamente ofrecer información de naturaleza general para ayudar en la búsqueda de desarrollo y crecimiento personal.

Fuentes:

Recupera tu salud con qi gong