En “El mito de labelleza” Naomi Wolf explora las estructuras sobre las que la mujer deambula,mismas que la han obligado a adoptar estándares de belleza ilógicos y hastapeligrosos.

La idea de que una mujer tome nociones estéticas de un gruporeducido de personas que muchas veces pertenecen a otros grupos sociales yhasta a distintas nacionalidades ha creado un desequilibrio que pone en riesgosu identidad.  

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Abordando problemas como la anorexia y las cirugías plásticas, Wolf demuestra la realidad que viven miles de millones de mujeres, sin embargo algo tan simple como el maquillaje que usan diariamente es prueba suficiente de cómo viven ese mito de belleza.

Una industria multimillonaria que puede exprimir de una ciudadana estadounidense hasta 15 mil dólares a lo largo de su vida tiene muchos secretos, estos son sólo algunos que te harán recapacitar antes de seguir consumiéndolos.   

Muchos productos son un fraude

Ahora puedes encontrar productos que son hipoalergénicos no comedogénicos, pero en realidad las pruebas para demostrarlo son mínimas y a veces son términos que muchas empresas usan sólo para aumentar las ventas. También hay productos antienvejecimiento que son realmente costosos y no tienen fundamentos reales que prueben que produzcan algo que pueda llamarse contrario a la vejez.

Todo se soluciona con protector solar

Esos productos que no funcionan tienen un gran enemigo, el protector solar. Aunque nos lo han dicho desde hace años mucha gente sigue creyendo que es una mentira, pero el protector solar es lo que realmente necesitamos usar a diario. Nos protege de los rayos uv y por lo tanto combate el cáncer de piel, además evita la aparición prematura de arrugas y está científicamente comprobado que sí funciona. Incluso si tienes maquillaje que te proteja, es necesario el protector solar.   

Muchos continúan usando plomo

Tal vez se haya prohibido el plomo en la gasolina y la pintura, pero aún hay empresas que fabrican labiales de larga duración con plomo, por lo que literalmente hay miles de mujeres poniendo plomo en sus labios, ingiriendo agentes cancerígenos de forma constante. Es difícil que los productos que duran horas y horas sin correrse en una zona húmeda como la boca sean inofensivos.  

Siguen usando animales para experimentar

Aunque desde 2004 se prohibió el uso de animales para probar maquillaje, países como China siguen pidiendo esas pruebas para aceptar la entrada de cosméticos a su país, por lo que empresas como Caudalie, Clarins, Clinique, Dior y otras, sí prueban en animales para poder ingresar su producto en el país más poblado del mundo.  

Pueden tener muchos químicos prohibidos

Mientras la Unión Europea ha prohibido más de 1300 compuestos que pueden ser nocivos para la salud, en Estados Unidos apenas se han eliminado cerca de una docena. Si esa es la tendencia, los países de América Latina posiblemente consumen lo mismo que el país del norte y eso nos hace mucho más susceptibles a consumir productos tóxicos. Un ejemplo es el formaldehído, un cancerígeno que se encuentra en uno de cada cinco productos de belleza.  

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Toda industria tiene un lado oscuro. Para poder surtir a la población mundial se cometen actos inhumanos, pero ya no es tiempo de voltear a otro lado. Tal vez poco a poco se eliminan los experimentos con animales, pero aún hay miles de productos que dañan de forma permanente solamente al ser usados, por lo que se debe pedir una regulación mucho más estricta antes de que más personas sufran las consecuencias de la mala regulación que existe en el mundo de la belleza.