Existen objetos que no se prestan y que tal vez ya lo sabes, como el cepillo de diente o los instrumentos de maquillaje. Sin embargo, existen otros que no son tan obvios y que puede que creas que es inofensivo prestárselos a otra persona, cuando en realidad estás incurriendo en una falta a los principios de la higiene personal.
Estos son algunos de los objetos cotidianos más comunes que nunca deberías compartir con nadie, sin importar cuan inofensivo parezca.
[También puede interesarte: 8 trucos compartidos en Internet que resolverán esos problemas cotidianos que te vuelven loco]
Cepillo o peine de pelo
Este objeto puede almacenar un número incalculable de células muertas, sangre, caspa, hongos e incluso agentes de transmisión como piojos. Si quieres evitar las transmisiones de alguno de estos, lo mejor será que uses tu propio cepillo o peine, y no aceptes otros ni prestes el tuyo.
Audífonos
El experto en gérmenes Kelly Reynolds y profesor en la Universidad de Arizona asegura que nuestros oídos están obviamente repletos de cera y células muertas que quedan impregnadas en los audífonos cuando entran en contacto con el oído. Por si esto fuera poco, los audífonos absorben todo el calor y la humedad del oído, lo que lo hace ideal para que los gérmenes proliferen.
Cremas embotelladas
La forma en la que empleamos este producto es untándolo en nuestro cuerpo con nuestras manos. Ahora, si prestas estos productos, los demás lo harán de la misma manera, y tú no sabes qué han hecho las otras personas con sus manos. Cuando alguien más usa tus cremas, sus gérmenes quedan en la botella y tú los untas en tu cuerpo.
Desodorante en barra
El desodorante se usa en las axilas, uno de los lugares que más gérmenes contiene y que más se puede infectar en caso de depilación o rasuración. Si no estás seguro de usar este tipo de desodorantes, opta por los desodorantes en spray.
Cepillo de dientes
En los cepillos de dientes existen al menos unos varios millones de microorganismos, y además solemos dejarlos en el baño, exponiéndolo a bacterias que saltan de un lado al otro. Cada quien tiene bacterias específicas en sus bocas y no es bueno compartirlas con alguien más, de lo contrario podrías contraer herpes labial, caries y hongos.
Sandalias
¿En serio, no puedo prestar mis sandalias? Pues si lo que quieres es minimizar las bacterias ajenas, no. Estas prendas son comunes de prestar temporalmente, pues no parece haber razón para no hacerlo, ¿verdad?
Sin embargo, las sandalias deben soportar la humedad que causa el sudor, lo que las hace un lugar perfecto para guardar hongos y bacterias que pueden transmitir pie de atleta, verrugas y hongos molluscum.
Pinzas para depilar
Aunque los casos de infección son muy raros en relación con estos instrumentos, algunas de las enfermedades que puedes contraer son hepatitis C o VIH. Esto podría suceder porque estas herramientas tienen contacto con vellos muy enterrados y por lo tanto con la sangre.
Jabón en barra
El jabón tiene como objetivo lavar tus manos y eliminar las bacterias presentes en ellas, por lo que se convierten en portadores de virus individuales. Si no quieres contraer algún virus, lo mejor será dejar de usar jabones ajenos o dejar de prestar los tuyos.
Bálsamo de labios
Los labios son una red de vasos sanguíneos que absorben todo lo que nuestra boca recibe y los gérmenes son uno de esos agentes que la boca recibe. Las impurezas y las bacterias se transmiten con mucha facilidad, en especial si tienen un conductor fácil, en este caso, la saliva.
Aretes
Los aretes tienen contacto directo con la piel muerta y la sangre, por lo que es más fácil para los gérmenes viajar de un lado a otro. Incluso tú mismo puedes infectarte con tus propias células. Lo mejor será limpiarlos con alcohol de vez en cuando, y también desinfecta tus lóbulos de los restos de fibra muerta que allí se almacenan.
[También puede interesarte: 6 utensilios del hogar que tienen una fecha de caducidad que no conoces]
Fuentes: