Corea del Sur aprobó durante la semana pasada la construcción de la primera ciudad flotante del mundo en Busan -sureste-, una zona costera y portuaria amenazada por el aumento del nivel del mar y otros desastres naturales.
El proyecto diseñado por Oceanix, que ha sido respaldado por el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), busca crear una ciudad con la capacidad de albergar 10.000 personas y con la capacidad de resistir huracanes, inundaciones y tsunamis de categoría 5.
"Dio la casualidad de que Busan es el mejor lugar para desplegar este prototipo", dijo el cofundador de Oceanix Itai Madamombe al medio Insider.
"Pero es algo que esperamos que sea útil para todas las ciudades costeras del mundo, y para todas las comunidades costeras que se enfrentan al reto del incremento del nivel del mar", agregó.
¿Cómo producir alimentos en una ciudad flotante?
Asimismo, la ciudad flotante de forma hexagonal, estará diseñada para que sus habitantes puedan producir sus propios alimentos, contar con un sistema de agua potable y generar electricidad con paneles solares.
Debajo de las plataformas que flotan sobre el mar se pueden almacenar vieiras, algas u otro tipo de mariscos. Asimismo, se pretenden usar los desechos de los peces para fertilizar las plantas y otros cultivos.
El proyecto piloto estaría listo en 2025
Si bien Corea del Sur está de acuerdo en su construcción, aún faltan afinar detalles. El cofundador de Oceanix anunció que para abril de 2022 se reunirá con la ONU para comenzar a diseñar las plataformas de la ciudad, de la cual aún no está claro su tamaño.
La primera ciudad flotante del mundo, que se estima tendría inicialmente un costo de 200 millones de dólares estadounidenses, estaría lista para el 2025.
Existen conversaciones con más gobiernos
La ciudad portuaria de Busan ha sido catalogada como una zona particularmente vulnerable ante el inminente incremento del nivel del mar.
En los últimos diez años se ha visto muy afectada por tifones como el Chaba, que inundó la ciudad en 2016, o el Kong-rey, que generó un gran apagón en 2018.
Si el proyecto piloto en Busan resulta exitoso, es probable que se replique en otras partes del mundo. Oceanix ya se encuentra en conversaciones con otros 10 gobiernos para la construcción de otras ciudades flotantes.