El cautiverio de los elefantes es una triste realidad que pasa desapercibida para muchos. Estos majestuosos animales, arrancados de su hábitat natural, son sometidos a duras condiciones de vida, trabajando incansablemente y privados del descanso que tanto necesitan. Tal es la historia de Somboon, una elefanta que, tras 80 largos años de trabajo forzado en la industria maderera y turística, ha encontrado finalmente un merecido descanso gracias a la intervención de la fundación Save Elephant.

Somboon, capturada cuando era una cría, nunca había experimentado lo que significa descansar plenamente. Día tras día, soportaba el peso de los turistas y las largas jornadas laborales, con sus tobillos debilitados por años de estar de pie sin un descanso adecuado. La vida en cautiverio había dejado huella en su físico y su espíritu.

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Afortunadamente, la Fundación Save Elephant tomó cartas en el asunto y rescató a Somboon, llevándola al santuario Elephant Nature Park. Allí, por primera vez en décadas, pudo tumbarse y disfrutar de un sueño profundo en una cama de arena preparada especialmente para ella. La imagen de Somboon descansando tranquilamente es un poderoso recordatorio de la importancia del bienestar animal y la necesidad de respetar la naturaleza de estas criaturas.

Sin embargo, el camino hacia la recuperación no es fácil. Debido a su avanzada edad y su delicada condición física, Somboon necesita ayuda para levantarse cada día. El equipo de rescate ha implementado un sistema de grúa para asistirla, demostrando su compromiso y cuidado hacia ella.

En su nuevo hogar en el Elephant Nature Park, Somboon disfruta de comidas nutritivas, paseos relajantes y baños en lodazales. Aunque le espera un largo proceso de curación, cada día es un paso hacia una vida más digna y pacífica. La historia de Somboon es un recordatorio conmovedor de la resiliencia y la esperanza, y un llamado a la acción para proteger y respetar a estos seres magníficos.

Fuente: La Vanguardia