Conoce a este grupo de mujeres que trabajan para salvar la vida silvestre africana. Reciben el nombre de The Black Mambas, y son las encargadas de proteger a los animales africanos de la caza furtiva, además de otras cosas.
Aunque la labor que estas mujeres llevan a cabo, es algo que normalmente hacen los hombres, las Mambas han sabido cómo demostrar su poder. Sin armas, solo con gas pimienta, defienden la vida silvestre con mucho coraje y honor.
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The Black Mambas
Este equipo femenino fue pionero en la participación de mujeres dentro de las actividades de guardabosques. Su nombre viene de la serpiente más peligrosa de África, un animal de gran longitud y fuerza capaz de matar con tan solo una mordida.
El grupo se inició en el año 2013, cuando abundaban cazadores furtivos de rinocerontes, y está conformado por 36 mujeres pertenecientes a tribus locales. Su sede está ubicada en el Parque Nacional Kruger de Sudáfrica, hogar de la población de rinocerontes más grande del mundo.
En abril, Nkateko Mzimba integrante de The Black Mambas, recibió un reconocimiento en los Premios Internacionales de Guardabosques de la CMAP, en honor a la impresionante labor de estas mujeres en los parques naturales de África. Además, gracias a ellas, se fijó el 23 de junio como el Día Mundial de la Guardabosques Femenina.
Durante el 2021 se celebró por primera vez dicho día, el cual destaca el esfuerzo y los desafíos que las mujeres tienen que enfrentar como guardabosques. Pero, al mismo tiempo, intenta concientizar sobre la capacidad de las mujeres para así aumentar el apoyo en ellas.
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El desafío de ser mujer guardabosques
Muchas veces para las mujeres es un problema ser guardabosques, esto se debe a que está normalizado que se trata de un trabajo para hombres. Por ejemplo, cuando Nkateko decidió unirse a The Black Mambas, primero tuvo que convencer a su familia, quienes realmente se preocupaban por la vida de la joven.
No es un secreto que los guardabosques de África están expuestos a grandes peligros, pues están rodeados de animales salvajes, grandes, que muchas veces forman estampidas. Por otro lado, también se encuentran los cazadores armados, a quienes no les importa matar.
Pero eso no es todo, tanto Nkateko como otras mujeres que han decido hacerse guardabosques, tienen que enfrentarse a las fuertes críticas de su comunidad. Ya que, en estas viven personas que se dedican a la cacería furtiva, por la cantidad de dinero que esto puede generarles.
No obstante, son muchas las jóvenes, solteras, casadas y madres de familia, que se han unido a distintos equipos femeninos de guardabosques, como The Black Mambas.
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Estar en este grupo es algo grande
El trabajo de las mambas es mucho más que cuidar bosques, estas mujeres fomentan la conservación de la vida silvestre dentro de sus comunidades. Por lo tanto, las escuelas de cada región imparten talleres para más de 1300 niños, que los enseña a proteger el medio ambiente y a los animales.
Desde la creación del equipo The Black Mambas en el 2013 hasta hoy, la caza furtiva de animales salvajes se ha reducido en un 89%. Mientras que el uso de trampas está prácticamente eliminado.
Arriesgando su vida, día tras día, estas admirables mujeres recorren los parques, buscando cualquier trampa u objeto que pueda dañar de alguna forma a los animales. Por otro lado, en caso de encontrar cazadores armados, ellas deben llamar refuerzos para evitar salir lastimadas.
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El honor de ser una Mamba
Ahora bien, aunque sería ideal que cualquier mujer pueda entrar a The Black Mambas, lo cierto es que las chicas tienen que pasar por una dura serie de pruebas. A medida que van avanzando en entrenamientos, ejercicios, salidas de campo y demás actividades, las menos ágiles quedan por fuera.
Esto no es por excluir, sino que ser guardabosques no es tarea fácil, así que las mujeres deben tener resistencia, velocidad, fuerza, agilidad, tanto física como mental.
Muchas son las jóvenes y niñas que admiran al equipo de las Mambas, por lo que sueñan con ser parte del mismo. Poder proteger y salvar la vida silvestre es una tarea que necesita tomarse muy en serio.