La huella ecológica también puede originarse a través del internet, enviar un simple mensaje por el correo, comprar en línea, ver películas. Casi todas las actividades en las redes que se llevan a cabo hoy en día, son capaces de provocar un gran impacto ambiental. Pero ¿qué tan grande puede llegar a ser dicho impacto generado por el streaming?
Después de la aparición de la pandemia, la huella ecológica que se produce por la transmisión de datos en internet, aumentó considerablemente. Ver una serie o película a través de alguna de las plataformas streaming, como Netflix, produce altos índices de contaminación.
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¿Qué tiene que ver la huella ecológica con el internet?
Actualmente, muchas personas piensan que por el hecho de quedarse en casa y no salir a menudo, no contaminan. Pero lo cierto es que no es así, especialmente si desde el hogar se utiliza el internet con mucha frecuencia para ver series o películas en Netflix o simplemente para enviar correos electrónicos.
Para tener una mejor idea de la huella ecológica que una persona puede dejar a través del uso del internet, explicamos lo siguiente. Si un individuo envía poco más de 1700 correos electrónicos en un solo año, esto puede generar una gran contaminación. Pero ¿Por qué ocurre? El envío de esa cantidad de correos, emite un promedio de 10 gramos de carbono por cada mensaje enviado.
Como resultado de los 1700 correos electrónicos enviados, serían 17 kilos de dióxido de carbono generados solamente, por esta práctica. Dejando una huella ecológica similar, al de un vuelo desde Madrid a Viena, que representa poco menos del 5% de contaminación.
Cada persona cuenta con un presupuesto aproximado de dos toneladas de dióxido de carbono cada año. Solamente el 1% es a causa de enviar mensajes a través del correo electrónico, entonces ¿Qué ocurriría si se añade a esta huella ecológica, el uso de una o varias aplicaciones que requieran internet?
El consumo de este tipo de aplicaciones produce un enorme impacto medioambiental a varios miles de kilómetros. Específicamente, en los denominados centros de datos, que son estructuras diseñadas para el almacenamiento de toda la información que se mantiene en línea y que se transmite, por medio del internet.
Mantener el correcto funcionamiento de dichas estructuras, representa un consumo energético bastante grande. Ya que almacenar estos datos necesita de un gran consumo de tierra, agua e incluso dióxido de carbono, este último siempre ha sido erróneamente subestimado.
Las infraestructuras destinadas a almacenar todos los datos que se suben a las redes, requiere de muchos recursos energéticos. Especialmente, electricidad, pues de lo contrario, no podrían funcionar, pero al mismo tiempo, favorece al cambio climático, lo que es muy peligroso.
Los países que se desarrollan a través del uso de combustibles fósiles, son los que dejan una huella de carbono más grande y perjudicial. Por lo tanto, cada uno de los habitantes de cualquier país que dependa de este tipo de recurso, dejará una mayor huella ecológica.
¿Por qué el internet es una de las industrias más contaminantes?
Varios años atrás, el internet generaba anualmente, poco más de 830 millones de toneladas de dióxido de carbono. Dicha cifra equivale a un 2% de las emisiones de este gas contaminante, en todo el mundo. De hecho, es prácticamente la misma que produce la industria de la aviación actualmente, lo que es realmente peligroso cuando se trata de la huella de ecológica.
Según estudios, estos números pasarían a doblarse para la llegada del año 2020 y lamentablemente, es lo que ha ocurrido. Durante ese año, las emisiones de CO2 generadas por el uso del internet, lograron alcanzar un 3,7% a nivel global. Todo esto previo al inicio de la pandemia a consecuencia del covid-19 en el transcurso del mes de marzo del mismo año.
Si bien es cierto, que el confinamiento en 2020 logró reducir significativamente las emisiones de carbono, hay otras actividades que aumentaron el impacto ambiental. El trabajo desde casa y las plataformas como Netflix, son unas de las principales razones del incremento de la huella ecológica de muchas personas en el mundo.
Aunque muchos no lo tengan presente, el internet es una industria como cualquier otra hoy en día. Por lo tanto, mientras mayor sea su crecimiento, requerirá de un mayor consumo de recursos y con el pasar del tiempo, se vuelven insostenibles.
Pero no solo se trata de la emisión de dióxido de carbono, la manera en la que se guardan y transfieren todos los datos de internet, también necesita recursos. En este caso, un gran consumo de tierra y agua, debido al uso de energía eléctrica para su funcionamiento.
Para entenderlo mejor, las plantas que producen energía termoeléctrica, necesitan de mucha agua para enfriarse y así, mantener la temperatura, esto perjudica la huella hídrica. Del mismo modo, las presas hidroeléctricas también dejan una huella hídrica muy significativa.
Según ciertos análisis, la huella global media correspondiente a la utilización del internet, era de, 3400 kilómetros cúbicos anuales. Dicha cifra se vincula directamente con el terreno que se necesita para la edificación y mantenimiento de todos los centros de datos y redes de transmisión.
El streaming y las videollamadas son las más perjudiciales para la huella ecológica
Realizar videollamadas a menudo, trabajar desde casa a través del ordenador, las actividades streaming, búsquedas por internet, compras en línea. Además de enviar mensajes por correo electrónico y los juegos, producen un enorme impacto en el ambiente, que cada día se incrementa más debido al tráfico de datos.
Solamente, hasta el año 2003, la creación de contenido digital ascendía a cinco millones de gigabytes. Para 2015, dicha cantidad era consumida solo en dos días, dejando una huella ecológica bastante grande.
Se estima que para el año 2023, las personas seguirán utilizando el internet de manera desproporcionada. Llegando hasta el 66% de toda la población mundial, en ese tiempo, poco más del 70% tendrá acceso a la conectividad móvil. Por si fuese poco, se calcula que existirán al menos 3,6 dispositivos por persona en 2023, conectados a la red.
Hoy en día, la transferencia de datos de las diferentes actividades streaming, son las que generan mayores huellas de carbono. Por ejemplo, ver una película en Netflix requiere de una gran descarga de datos que pueden superar varios gigas de transferencia.
Asimismo, las redes sociales son muy usadas actualmente, muchas de estas cuentan con millones de usuarios a nivel mundial. Incluso, la mayoría permite el acceso a la transmisión y recepción de videos en tiempo real. Mientras que las plataformas digitales como Netflix y YouTube, no dejan de crecer con el paso del tiempo. Generando así, el mayor tráfico en la red en todos los tiempos.
De la misma forma, las videollamadas también han aumentado desde el inicio de la pandemia. Hay que tener presente, que una hora de esta actividad emite una cantidad considerable de CO2 que va desde los 150 hasta los 1000 gramos. Si un vehículo quema cuatro litros de gasolina, genera unos nueve gramos de dióxido de carbono. Esto es tan solo una comparación de lo perjudicial que es el uso desproporcionado del internet para el medio ambiente.
¿Qué hacer para reducir el uso del internet y la huella ecológica?
Puede que el impacto medioambiental generado por el streaming, parezca invisible e incluso, impalpable. No obstante, se trata de un problema tan real como el cambio climático y el calentamiento global. El internet es por mucho, una de las infraestructuras más grandes jamás construidas hasta la actualidad.
Sin embargo, la mayoría de las personas cree que solamente tiene relación con los dispositivos electrónicos que tienen acceso a internet. Por lo tanto, es necesario comenzar a fomentar una mejor conciencia con respecto al uso de este medio. Que a pesar de ser muy importante, también es uno de los más contaminantes, sobre todo, en lo que respecta a la huella ecológica en todo el mundo.
A continuación, te mostramos 10 medidas que se pueden implementar para reducir la huella ecológica y favorecer al medio ambiente:
- Las plataformas para ver series y películas son muy populares actualmente, Netflix es uno de los ejemplos más claros. No obstante, se recomienda ver su contenido digital bajando un poco la resolución original.
- Si estás en medio de una videollamada, puedes apagar la cámara en caso de que ser posible.
- Disminuye la cantidad de tiempo que usas para leer en internet.
- Cuando uses el navegador de internet, cierra las pestañas que ya no vayas a utilizar.
- Se recomienda comprimir los archivos que se vayan a enviar a través del correo electrónico.
- Para encontrar más rápido lo que buscas en internet, se aconseja usar palabras claves que sean adecuadas.
- Si hay alguna aplicación que ya no estás usando, lo mejor es desinstalarla, especialmente, si consume internet.
- Si necesitas acceder a una página web anteriormente visitada, lo ideal hacerlo a través de la barra de direcciones del navegador. Muchos suelen hacerlo directamente desde el buscador, pero no es recomendable, ya que genera una transmisión de datos repetida e innecesaria.
- De ser necesario, inhabilita las notificaciones del teléfono móvil.
- Cancela las suscripciones a las páginas que ya no te interesan, de esta manera, evitas que te envíen notificaciones.
Reducir la huella de carbono es muy importante para el medio ambiente y el planeta entero. Todos podemos ayudar, reduce el tiempo que usas el internet y utilízalo solo cuando sea necesario. De esa forma, se reducirá el impacto ambiental generado por esta gran industria.
Fuentes: El periódico, Actions Data, I león.