En el sur de Chile, un ambicioso proyecto de conservación está logrando resultados sorprendentes. Se trata de la restauración de dos humedales clave, el Humedal Río Cruces y el Humedal Angachilla, ubicados en la región de Los Ríos. Este esfuerzo es liderado por la Fundación del Río Cruces, junto con el apoyo de autoridades locales y organizaciones internacionales de conservación.

La importancia de los humedales en la conservación

Los humedales son fundamentales para la preservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico, y en Chile estos ecosistemas han estado bajo amenaza por la expansión agrícola y la urbanización. Los proyectos de restauración en el país buscan revertir estos daños, rehabilitando estos hábitats vitales que sirven de refugio a diversas especies.

El Humedal Río Cruces, tristemente afectado por la contaminación en 2004 debido a desechos industriales, está mostrando signos de recuperación gracias a estos esfuerzos. Hoy, los expertos estiman que alrededor del 85% de la vegetación nativa se ha recuperado, y el regreso de especies clave marca un importante avance.

Especies emblemáticas que vuelven a su hogar

Entre las especies que han comenzado a regresar al humedal restaurado destaca el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), símbolo de la región, que ha aumentado en número después de haber sufrido una drástica disminución tras la contaminación. En el 2023, los censos mostraron la presencia de más de 15.000 individuos en el área, un claro signo de que las condiciones están mejorando.

Además del cisne, otras especies, como la nutria de río (Lontra provocax) y el flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis), también han sido beneficiadas. Estos animales dependen de los humedales para su alimentación y reproducción, y su regreso es un indicador de la salud ecológica del área.

El papel de los actores clave

La Fundación del Río Cruces ha liderado este proyecto con un enfoque integral, involucrando tanto a la comunidad local como a expertos internacionales. Se han implementado políticas de manejo sostenible del agua y monitoreo constante de la calidad del aire y el suelo, lo que ha permitido una recuperación gradual de los ecosistemas afectados.

Por otro lado, el Humedal Angachilla, ubicado más al sur de Valdivia, ha sido otro punto focal de este esfuerzo. Este humedal, más pequeño que el Río Cruces, ha sido fundamental para la conservación de especies de aves migratorias que usan este sitio como parada en su ruta hacia el sur. Aquí también se ha registrado una recuperación del 70% de su flora nativa.

Un compromiso con el futuro

La restauración de los humedales en Chile va más allá de la protección de especies. Es un compromiso a largo plazo con la conservación del medio ambiente y la mejora de las condiciones para la biodiversidad en la región. Este esfuerzo es también un ejemplo de cómo la colaboración entre científicos, activistas y comunidades locales puede generar un impacto significativo en la recuperación de los ecosistemas dañados.

Con el paso del tiempo, se espera que más especies, tanto locales como migratorias, sigan retornando a estos humedales restaurados, consolidando su papel como puntos críticos para la conservación en Chile y como ejemplo internacional de recuperación ambiental.

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