¿Sabías que cerca del 90% de toda la basura que flota en los océanos es plástico? Cada año se lanzan más de 13 millones de toneladas de plástico a los mares y esto se ha convertido en un problema de tal dimensión que para el año 2030 habrá más plásticos que peces en el mar y aproximadamente el 99% de las aves marinas habrá ingerido plástico.
Sin duda, el impacto más severo de la producción y distribución masiva de plásticos de un sólo uso lo padecen otros seres, como los peces, que tienen el mismo derecho que la humanidad de habitar este planeta en un ambiente sano. Pero además al ser ingerido por los peces, incluso puede llegar a nuestras mesas, a nuestros organismos.
Un estudio reciente que elaboró Greenpeace junto con el Centro para la Diversidad Biológica, Barco Lab, la Universidad Autónoma de Baja California Sur, el Laboratorio de Biodiversidad y Conservación Arrecifal de la UNAM, y el Instituto de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana, demostró el impacto de los microplásticos (plásticos menores de 5mm) en peces de importancia comercial en el Golfo de California, el Golfo de México y el Caribe Mexicano.
La investigación halló que 755 peces examinados, 20% presentó plástico en su estómago. En la mayoría se encontró al menos una pieza en su contenido estomacal, pero hubo casos en los que se encontraron hasta 45 piezas en un mismo pez y esto, es un riesgo potencial para la salud humana.
En términos de impactos directos a los humanos podemos decir que nuestra agua potable y la sal de mar contiene fibras de plástico que estamos consumiendo. En México, el 75% de las muestra de agua (bebederos y embotellada) mostraron contener fibras de plásticos mismas que estamos consumiendo y por lo tanto afectan nuestra salud.
Y no solo eso, en la vida cotidiana, la basura plástica actúa obstruyendo los desagües provocando inundaciones y gastos municipales en su mantenimiento.
Necesitamos reducir nuestro consumo de plásticos de un solo uso
Sí, esos que utilizamos por unos minutos, unas horas, unos días en el mejor de las casos, y que luego tiramos, pero cuyos impactos pueden durar siglos. Entre los de consumo más común están los platos, vasos y cubiertos desechables, envases PET de agua, refresco etc. tapas, bolsas y popotes.
En el mundo se consumen alrededor de 280 millones de toneladas bolsas al día. En México se consumen 650 bolsas por persona al año. El promedio de uso es de 12 minutos.
¿Crees que es imposible dejar de usar plásticos? Verás que es más sencillo de lo que parece. Acá algunos tips:
- Una combinación perfecta: filtro de agua y botella reutilizable de vidrio, aluminio o plástico, pero que no sea de un solo uso.
- Bolsas reutilizables de tela, de malla, etc. Si fuiste al mercado y la olvidaste, pide que pongan tus productos en una caja. Las canastas también pueden ser una buena opción.
- Compra productos a granel y lleva tu propio recipiente. No olvides llevar uno también para el jamón, el pescado, la carne, alimentos que casi siempre suelen estar empaquetados no solo en plástico, sino también en unicel.
- Revisa tus consumos de productos de higiene personal y cosmética. El shampoo, el enjuague de cabello, el jabón líquido, también vienen en botellas de plástico que se desechan una vez que se acaban, es decir, también son plásticos de un solo uso. Pero no te angusties, afortunadamente cada vez hay más opciones de estos productos en barra y sin empaque.
- Lleva contigo termos, cubiertos y tu sorbete lavable y reutilizable. Así evitarás usar productos desechables.
La realidad es que el primer requisito para lograr bajar el consumo de plástico es pensar distinto. Los plásticos de un solo uso son un problema ambiental porque están insertos en la cultura del usar y tirar, en la cultura de lo desechable. Para combatir esta cultura debemos optar por alternativas reutilizables, es decir, por productos que sean resistentes, de calidad, durables, que podamos usar por mucho tiempo y un gran número de veces, evitando generar residuos.