La amenaza del cambio climático es cada vez más evidente. Las consecuencias a largo plazo se vislumbran, por ejemplo, con el cambio de temperatura y la mezcla de estaciones, pues hace calor en invierno y el verano no es nada predecible. Aunque en América las peores consecuencias de este fenómeno aún no han llegado, otros países no son tan afortunados.
Bangladesh es uno de ellos, pues aunque este país es responsable sólo por el 0.3 % de las emisiones de carbono que causan el calentamiento global, este país –que además es uno de los más pobres del mundo, afectados por el hambre, la guerra y el capitalismo– está desapareciendo debido al incremento en los mares y a la llegada de ciclones en sus costas.
[También te puede interesar: Este es el primer mamífero en extinguirse por el cambio climático]
El fin a la vuelta de la esquina
En un ranking de 183 países, Bangladesh está cerca de la cima cuando se habla de países vulnerables ante el incremento de la temperatura y de los océanos. El problema es tal que incluso hay quienes han tenido que modificar sus vidas para adaptarse a esta amenaza.
En las costas de la Bahía de Bengala, hay mujeres cuyo nuevo trabajo consiste en esperar a que la marea baje para adentrarse en los restos de lo que era una ciudad, recolectar ladrillos y venderlos cerca de las carreteras.
Además, los ciclones y las mareas se han incrementado desde 2007, trayendo cambios inimaginables en la costa de Bangladesh. Antes tenían un ciclón al año, ahora son en promedio cuatro y parece que la tendencia va a subir.
En otra, ciudad, Cox’s Bazar, otro grupo de mujeres sufre por las constantes lluvias. Su trabajo, vendedoras de pescado seco, era rentable antes, cuando las estaciones les permitían secar su producto el tiempo necesario para curarlo, conservarlo y venderlo. Ahora, con las eternas lluvias, parece que tendrán que adaptarse como otros millones de bangladesíes.
[También te puede interesar: Estiman que el hogar del tigre de Bengala desaparecerá en 2070 por el cambio climático]
Hay campos completos que han cedido ante el incremento del mar, por lo que han dejado de cultivar productos de agricultura y han hecho la transición a campos de sal. A pesar de que ganan el doble de dinero, el esfuerzo también es doble, y a veces triple.
Se estima que para 2050 más de 25 millones de bangladesíes se vean afectados por el cambio climático. En ese momento muchos otros países estarán sintiendo los verdaderos estragos que los bangladesíes ya sufren desde hoy.
Fuente: