Las consecuencias de la crisis climática "golpean sobre todo a los niños y a las niñas" y amenazan con revertir los avances logrados en las últimas décadas en la protección de sus derechos, alertó UNICEF con motivo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) que se celebra en Madrid.
"Desde huracanes, pasando por sequías e inundaciones hasta los incendios forestales, las consecuencias de la crisis climática están a nuestro alrededor, afectando sobre todo a los niños y amenazando su salud, educación, protección y mera supervivencia", advirtió hoy Gautam Narasimhan, asesor sobre cambio climático del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"Los niños son actores esenciales en la respuesta a la crisis climática", apuntó. En este sentido sostuvo que se debe "poner todo nuestro empeño detrás de soluciones que sabemos que pueden marcar la diferencia, como reducir la vulnerabilidad ante desastres, mejorar la gestión de los recursos de agua y garantizar que el desarrollo económico no ocurre a costa de la sostenibilidad medioambiental", citó la agencia alemana de noticias DPA.
Según UNICEF, unos 503 millones de niños viven en la actualidad en zonas con riesgo extremo de inundaciones debido a condiciones meteorológicas extremas como ciclones, huracanes y tormentas, así como a la subida del nivel del mar. Para mitigarlo, apuesta por invertir en la reducción del riesgo de desastres mediante sistemas de alerta temprana, por ejemplo.
Otros 160 millones de niños viven en zonas con altos niveles de sequía y se espera que para 2040 uno de cada cuatro en el mundo viva en zonas en situación de grave estrés hídrico.
La agencia de la ONU llamó la atención sobre el impacto que este tipo de desastres tienen en las niñas. Muchas se ven obligadas a abandonar la escuela y a matrimonios tempranos, o son víctimas de tráfico de personas, explotación sexual y abusos.
Por otra parte, casi el 90 por ciento de la carga de enfermedades que se atribuyen al cambio climático la representan los menores de cinco años. UNICEF advirtió además que unos 300 millones de niños respiran aire tóxico y unos 17 millones de ellos menores de un año. Estos menores residen en lugares que exceden en hasta seis veces los límites fijados por la Organización Mundial de la Salud.
La contaminación del aire contribuye cada año a la muerte de unos 600.000 menores de cinco años debido a neumonía y otros problemas respiratorios, añadió la agencia de la ONU.