Los narvales (Monodon monoceros) son animales marinos fascinantes y muy misteriosos. Por el cuerno que sobresale de sus cabezas, son conocidos como unicornios marinos. Algunos han puesto en duda su existencia, y otros los confunden con delfines, pero todos respetan su belleza.
Para aclarar cualquier duda posible, a continuación, te compartimos 13 datos sorprendentes que te harán ver que el narval es realmente una especie maravillosa y única en el mundo.
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Viven en aguas heladas
Los narvales viven principalmente en las aguas heladas del Ártico. Se los suele encontrar cerca de las costas de Groenlandia, Canadá y Rusia.
El cuerno es en realidad un diente
El famoso cuerno que le ha valido al narval el apodo de “unicornio marino” es en realidad un diente canino hecho de marfil que sobresale de su cráneo y puede llegar a medir hasta 2.6 metros de largo.
En general, lo tienen los machos. Solo el 15% de las hembras, que suelen ser más pequeñas y ligeras, poseen un cuerno-diente.
Su consistencia es blanda por fuera y dura por dentro, lo que le da un alto grado de flexibilidad y resistencia ante la presión. De todos modos, es posible romperlo si se aplica suficiente fuerza.
Son únicos en el mundo
Si bien son cetáceos y están emparentados con otras especies de mamíferos acuáticos, como delfines, los narvales pertenecen a un grupo inusual de ballenas.
Se los incluye en la familia de los monodóntidos, formada exclusivamente por los propios narvales y las belugas, otra especie de ballena que, por sus cualidades fuera de lo común, debe ser clasificada dentro de su propio grupo.
No están en peligro de extinción
¡Una buena noticia! Los narvales han sido categorizados por la organización conservacionista UICN como parte del grupo de “Preocupación menor”, es decir, que no hay razón para pensar que su existencia esté amenazada en el futuro inmediato
No está claro cuál es el propósito de su cuerno
A pesar de ser muy prominente, los expertos no tienen del todo claro cuál es la función de su cuerno. Se especula que puede ser un órgano sensorial, utilizado para sentir cambios en las condiciones de las aguas, o para detectar hembras en celo. También se han registrado casos en los que el narval golpea a sus presas con el cuerno, para atontarlas y facilitar su cacería.
Algunos narvales tienen dos cuernos
Se estima que 1 de cada 500 narvales machos nace con dos cuernos. Solo se ha registrado un caso de una hembra con dos cuernos, hace más de 150 años.
No pueden respirar a menos que lo recuerden
Debido a que los narvales y otras especies de cetáceos pasan todas sus vidas en el mar, pero necesitan del aire para vivir, están obligados a respirar voluntariamente, y no por reflejo, como muchos otros animales.
Estos unicornios marinos pueden aguantar la respiración hasta 25 minutos.
Duermen, pero se mantienen conscientes
En vista de que no pueden dormir indefinidamente en el mar, ya que se asfixiarían, los narvales, como otros cetáceos, no están completamente inconscientes mientras duermen, sino que mantienen un cierto grado de actividad y conciencia.
Son depredadores y presas
A pesar de que los narvales son depredares que se alimentan principalmente de bacalaos y calamares, también son la presa de sus parientes las orcas. También forman parte de la cadena alimenticia de los osos polares, y de algunos humanos.
En general, es legal cazar narvales, pero algunos países prohíben su importación con penas de cárcel. Algunos grupos étnicos Inuit (Canadá), los legalmente cazan como alimento.
Comen el equivalente a 264 hamburguesas con queso al día
Los narvales necesitan aproximadamente 30 kilogramos diarios de comida para sustentarse. Eso es equivalente a comer 264 hamburguesas de 130 gramos cada día.
Gran parte de su cuerpo es pura grasa
Al igual que otros animales que viven en regiones extremadamente frías, los narvales están constituidos en un 40% por grasa pura. Esto los mantiene cálidos y los ayuda a flotar mejor.
No hay narvales en cautiverio
Otra noticia excelente, aunque con un contexto lamentable. Los narvales tienen una tasa nula de supervivencia en cautiverio: todos los que fueron capturados para ser estudiados han muerto muy rápidamente.
Esta es la razón por la que sabemos comparativamente poco sobre ellos, y también en parte porque son muy esquivos al contacto con humanos en estado silvestre. Los narvales son almas libres sin remedio.
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Fuentes: