En verdad, hay numerosas razones ecológicas para cuidar a los árboles: dan cobijo a los animales, regulan la fertilidad del suelo y son vitales para combatir la crisis climática, porque absorben gases de efecto invernadero. Además, tanto los árboles como los bosques son culturamente relevantes para la población mundial. En Alemania, el Día del Árbol se celebra el 25 de abril.
Árboles habitados por hadas irlandesas
En Irlanda es usual ver espinos en medio de los campos. Algunos agricultores no los talan por una superstición que se remonta a tiempos prehistóricos, cuando los paganos rendían culto a la naturaleza. Entonces, la gente creía que en el espino sagrado vivían hadas y duendes, y talarlo traía mala suerte.
En la actualidad, durante los meses de mayo y junio, los irlandeses decoran sus jardines con ramas de espino y sus florecillas blancas, de las que cuelgan cáscaras de huevos y flores.
La "madre de los árboles" en la Amazonía
Para los indígenas del Amazonas, el pochote o ceiba, también llamado ceibo, es la "madre de todos los árboles", porque por su altitud, de 60 metros, se eleva sobre el resto, y parece que vigilara la selva tropical como una madre atenta. Según la cultura indígena, la ceiba conecta nuestro mundo con un universo divino.
De este árbol se aprovecha la madera, las fibras -parecidas al algodón que envuelven sus semillas- y las propiedades medicinales de su savia. También sirve de dispositivo de comunicación: si se golpean el tronco y las raíces, el sonido retumba en todo el bosque.
Al igual que otras especies de la Amazonía, el árbol de la ceiba está amenazado por los leñadores ilegales y por incendios forestales.
El árbol prosopis cineraria, símbolo de paz
El "árbol de Ghaf”, como también se lo conoce en los países árabes, sobrevive a la sequía y en zónas áridas en la península arábiga, Asia occidental, y en la India.
En Emiratos Árabes Unidos (EAU) es el árbol nacional, ademas de ser "símbolo de estabilidad y paz".
De este árbol, las personas pueden comer sus hojas, y el ganado, las ramas. También se utiliza por sus propiedades medicinales. En Emiratos Árabes Unidos es una especie protegida.
El árbol de la iluminación
El árbol de Bodhi o Bo, llamado ficus religiosa, juega un papel muy relevante en la tradición budista. Se dice que Siddahrtha Gutama, el Buda, alcanzó la iluminación después de meditar 49 días bajo esta higuera sagrada en Bodh Gaya, India. El árbol de Bodhi bajo el cual Buda meditó ya no existe, pero los budistas devotos visitan otro, al que consideran su descendiente.
Bosques sagrados de Kenia
Los bosques sagrados de kaya de los mijikenda abarcan 200 kilómetros a lo largo de la costa de Kenia. Ya en el siglo XVI, los mijikenda construían sus pueblos o kayas en esas zonas del país, pero en los años 40 del siglo XX se mudaron a otros pueblos cercanos.
Hoy en día, los consejos de ancianos de los mijikenda preservan los restos de hogares ancestrales, tumbas sagradas, arboledas, y otros lugares de importancia espiritual.
Además, los árboles protegen ante los efectos del cambio climático, como inundaciones o deslizamientos de tierra. Pero el bosque también se enfrenta a otro peligro: las minas, que contaminan las fuentes de agua locales Y por eso, los guardianes de los árboles temen verse obligados a abandonar los bosques.