Una clasificación de las economías con más emisiones de gases de efecto invernadero del mundo muestra quién está trabajando más para proteger el clima. Pero la conclusión más importante del nuevo estudio es que no hay medallas de oro que otorgar en la carrera por reducir las emisiones; no, mientras los competidores no cumplan universalmente con el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados.
Los científicos están de acuerdo en que, para fines de este siglo, nuestro planeta será al menos tres grados más caliente que antes de la revolución industrial, a menos que podamos reducir drástica y rápidamente la producción de CO2 provocada por el hombre. Hasta ahora, hay pocas señales de que eso sucederá, según el índice publicado por NewClimate Institute, Germanwatch y Climate Action Network.
"Tradicionalmente, el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático (IDCC) deja desiertos los primeros tres lugares", explica a DW Niklas Höhne, uno de los autores del informe. "Y están desiertos nuevamente este año, porque ningún país ha hecho lo suficiente para cumplir con el acuerdo climático".
Suecia a la cabeza y Estados Unidos a la zaga
El estudio analizó y comparó el progreso hacia la meta de 2 grados en 57 países, más la Unión Europea (UE) como un bloque. Juntas, estas naciones son responsables de más del 90 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Se clasificaron en cuatro áreas: emisiones de gases de efecto invernadero, uso de energías renovables, consumo de energía per cápita, y política actual y climática.
Sin un país digno del oro, la plata o el bronce, Suecia ocupó el cuarto lugar. El país nórdico obtuvo buenos resultados en política, con su objetivo de un suministro de energía 100 % renovable para 2040, y con el impuesto al carbono más alto del mundo (114 euros por tonelada métrica). En comparación, Alemania planea introducir un impuesto de 10 euros sobre una tonelada de carbono en 2021.
Tras Suecia, Dinamarca y Marruecos consiguieron el quinto y sexto puestos. Alemania quedó rezagada en el 23. El mayor perdedor climático de Europa fue Polonia, en el lugar 50. Mientras China subió en el ránking en comparación con el año pasado, pero todavía está en la mitad inferior de la tabla, en el puesto 30.
Si hubiera una segunda división para el desempeño en la protección del clima, los Estados Unidos serían relegados antes de que sus pies tocaran el suelo. Ya en picada en 2018, este año, EE. UU. llegó al fondo de la tabla. "Su política climática está retrocediendo", dice Höhne. Bajo el presidente Donald Trump, muchas regulaciones ambientales han sido eliminadas y el país está dispuesto a retirarse del Acuerdo de París el próximo año.
Los Estados Unidos también usan más del doble de energía por persona que la UE, y diez veces más que la India. "Esa no es una buena situación", señala Höhne.
Leve giro en la dirección correcta
Las emisiones generales disminuyeron en más de la mitad de los Estados clasificados, "especialmente en los países industrializados más pequeños y en desarrollo", precisó a DW Ursula Hagen, otra de las autoras del informe: "Ese es un aspecto positivo y da esperanzas de cambio".
"Vemos leves movimientos en la dirección correcta", apunta Höhne. Pero las naciones industriales más grandes del mundo, las del G20, "desafortunadamente todavía tienen un desempeño realmente pobre. Más de la mitad del G20 se encuentra en la mitad inferior del índice".
Justo detrás de su vecino nórdico, en segundo lugar, Dinamarca, es un país pequeño que obtuvo una gran puntuación en política climática. Su objetivo es reducir el 70 % de sus emisiones de CO2 para 2030, momento en el que planea haber eliminado el carbón.
Marruecos también impresionó a los investigadores. Ya en 2015, se convirtió en uno de los pocos países del mundo en comenzar a recortar los subsidios a los proveedores de energía fósil, según el estudio. También ganó puntos por el bajo uso de energía y el desarrollo de energía renovable, que está destinada a abastecer el 52 % de la demanda para 2030.
India sorprende, Brasil preocupa
Este año, la India se ubicó por primera vez entre los diez primeros puestos, obteniendo altas calificaciones por el uso comparativamente bajo de energía per cápita y las bajas emisiones de gases de efecto invernadero, a diferencia de los EE. UU. y Europa. La India también ha invertido mucho en energías renovables, que deberían proporcionar el 40 % de su energía para 2030.
"Me parece extremadamente impresionante para un país con ese nivel de desarrollo", destacó Höhne. Sin embargo, el país perdió puntos por sus planes para construir nuevas centrales eléctricas de carbón que satisfagan parte del resto de su creciente demanda de energía. "La comunidad internacional es responsable de ayudar a la India a evitar esto y cambiar a fuentes de energía alternativas", consideró Höhne.
Con más del 70 % de la energía proveniente de la energía hidroeléctrica, Brasil es líder mundial en esta área. Sin embargo, se clasificó entre los diez últimos por su política climática. "Los expertos están preocupados por las tasas de deforestación, las más altas en la última década, y los extensos incendios forestales en la Amazonía, mientras que el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro recortó el presupuesto de la agencia ambiental para la prevención de incendios", dice el informe. Y los investigadores no pudieron ver planes significativos para reducir las emisiones de Brasil a largo plazo.
Europa y Alemania tienen que tomarlo en serio
El informe dio la bienvenida al llamado de la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que la UE aumente los objetivos de reducción de emisiones para 2030 del 40 % al 55 %.
"Estos objetivos son la razón por la que le hemos otorgado a la UE una buena calificación en política climática", dijo Ursula Hagen. Pero "al igual que el objetivo de neutralidad climática para 2050, ahora debe completarse con medidas concretas. Por el momento, hay poca o ninguna estrategia real".
En la actualidad, la UE no está en camino de alcanzar los objetivos climáticos de París. Tampoco Alemania, cuya política climática Hagen describe como "mediocre" e "incompatible" con el Acuerdo de París. Para Höhne, el paquete de políticas climáticas recientemente adoptado por este país europeo es "un paso en la dirección correcta, pero demasiado pequeño". Además, Alemania necesita "un compromiso claro con la neutralidad climática". Hasta entonces, languidecerá en el medio del índice, muy lejos de tomar uno de los lugares desiertos en el podio de ganadores.
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