Hace algunos días, la Ciudad de Buenos Aires presentó su tercer Plan de Acción Climática (PAC) de cara al 2050, donde reafirma su compromiso de 2017 de lograr la neutralidad de carbono. Este camino no comenzó recientemente, sino hace 12 años.

Desde el 2009, la Ciudad de Buenos Aires es parte de la red de ciudades C40. Esta red, compuesta por 86 ciudades, está dirigida a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Ese mismo año, la Ciudad elaboró su primer PAC y comenzó con el tendido de la red de ciclovías. Progresivamente, sumó el sistema gratuito de bicicletas Ecobici, el programa Escuelas Verdes, el Metrobús y los Centros Verdes, entre otras iniciativas.

Más tarde, en 2015, Buenos Aires elaboró su segundo PAC y continuó su avance en materia ambiental. Por ejemplo, construyó el primer centro de reciclaje, expandió los espacios verdes abarcando 110 nuevas hectáreas y transformó el alumbrado público con tecnología LED.

La Ciudad de Buenos Aires es la primera de Latinoamérica en tener
un alumbrado público 100 % LED.

Más allá de las medidas implementadas, ya se reconocen algunos efectos del cambio climático en la Ciudad: las temperaturas promedio, las precipitaciones, las olas de calor y la cota del Río de la Plata se han incrementado. Todo esto se ve exacerbado a futuro aun con un escenario de compromiso intermedio en la reducción de emisiones. Es por eso que Buenos Aires ha tomado la decisión de acelerar las acciones climáticas en el corto y mediano plazo con el objetivo de alcanzar en 2030 una reducción de más del 50 % de las emisiones con respecto de 2015 (13 millones de toneladas de CO2 equivalente).

El uso de energía en edificios residenciales, comerciales y públicos junto con el transporte son los sectores que más emisiones generan.

Bajo este escenario ambicioso se espera que las emisiones disminuyan a 2 millones de toneladas de CO2eq en 2050.

El remanente para llegar a la neutralidad de carbono, al que denominaron emisiones residuales, planea ser compensado por medio de proyectos forestales dentro y fuera de los límites de la Ciudad y de la adquisición de energía limpia para edificios públicos.

Estas emisiones residuales se explican en parte porque la energía eléctrica de la Ciudad depende del Sistema Argentino de Interconexión, que probablemente no alcance el 100 % de generación energética limpia para 2050. Por otra parte, las aguas residuales tampoco son competencia enteramente de la Ciudad ya que su depuración no se realiza dentro de sus límites geográficos sino en los municipios circundantes. Esto, entre otras cosas, conlleva una articulación con la Nación, la Provincia de Buenos Aires y los 40 municipios que conforman el área metropolitana (AMBA). El objetivo es promover una agenda climática conjunta que logre un abordaje integral de los sistemas ambientales y de las dinámicas climáticas.

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Metas y acciones a 2050

Para lograr las metas de mediano (2030) y largo (2050) plazo, la Ciudad de Buenos Aires seleccionó y priorizó 19 proyectos que considerad de mayor impacto ambiental. A estos se suman 5 acciones que abarcan la educación ambiental, la salud pública, la calidad del aire, la alimentación sostenible y la logística urbana. Todas ellas van en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Metas de mediano y largo plazo incluidas en el PAC 2050.
Fuente: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

acciones que previenen y mitigan las consecuencias del cambio climático

♦ desarrollo de obras de infraestructura que amplíen el sistema hidráulico de la Ciudad;

♦ fortalecimiento de la limpieza de sumideros e integración del Sistema de Alerta de Tormentas con sensores hidrometeorológicos del sistema pluvial;

♦ incremento de los espacios verdes y las áreas de conservación que retengan el agua de lluvia y contribuyan a reducir las islas urbanas de calor;

♦ prevención de los efectos adversos que puede traer el aumento de las temperaturas en los adultos mayores, como los golpes de calor y la deshidratación;

♦ integración y mejora de las condiciones habitacionales en los barrios populares, donde las personas son altamente susceptibles a las olas de calor y las inundaciones.

Acciones que fomentan la biodiversidad y el encuentro de los habitantes con el ambiente

♦ creación de corredores biológicos que conecten espacios verdes consolidados;

♦ aumento en más del 20 % de la cantidad de árboles en la Ciudad, principalmente nativos;

♦ destape de algunos tramos entubados de los arroyos que recorren la Ciudad, tanto para que las personas tengan más contacto con los cuerpos de agua como para favorecer la interacción de las napas con los cursos de agua.

Acciones que reducen las emisiones y, en consecuencia, mejoran la calidad de aire

♦ aumento en el arbolado y los espacios verdes, entre corredores, canteros, muros y techos verdes;

♦ migración de los colectivos diésel al biodiésel, en primera instancia, y a la electricidad como fin último, junto con un reordenamiento del transporte público;

♦ consolidación de la movilidad sostenible, priorizando que los ciudadanos se muevan a pie, en bicicleta o con transporte público en lugar de utilizar vehículos propios;

♦ consolidación de los centros barriales para la realización de las tareas diarias y el esparcimiento, con el objetivo de descentralizar la Ciudad y transformarla en una metrópoli policéntrica;

♦ transición hacia fuentes de energía renovables, principalmente solar fotovoltaica y térmica;

♦ búsqueda de la eficiencia energética en los edificios públicos y las viviendas a través de la mejora de la ventilación y del aislamiento térmico, el recambio de equipos ineficientes y migración del gas natural hacia la electricidad, entre otras medidas.

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Acciones que reducen la generación de residuos

♦ transición hacia una economía circular que involucre tanto al sector productivo como al de consumo;

♦ mejora de la separación en origen y aumento de la recuperación de los residuos potencialmente reciclables, reutilizables y compostables, de manera de disminuir la cantidad que termina en rellenos sanitarios.

Fuentes:

- GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES