Se pusieron al hombro la lucha por el ambiente. Muchos son veganos, otros abandonaron el consumo de plásticos y descartables; usan cepillo de dientes de bambú y no toman más bebidas embotelladas. De diferentes formas, buscan contribuir para un futuro mejor.
Bruno Rodríguez tiene 19 años y estudia Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires (UBA), en Argentina. Hace un año y medio, su curiosidad e inquietud lo llevaron a los encuentros de la organización Amnistía Internacional, donde participó de proyectos vinculados a los derechos humanos, sexuales y reproductivos y por el acceso a la información.
Pero luego de descubrir el movimiento de Greta Thunberg, se zambulló en la problemática de la crisis climática. Junto a otros compañeros, Bruno creó la versión local de Fridays for Future, Jóvenes por el Clima. Además, fue uno de los oradores en la Cumbre del Clima de Nueva York, en septiembre de este año.
“Nos dicen que somos el futuro, pero no nos están dejando futuro”, reclamó el joven en una nota para el diario La Nación. Finalmente, gracias a la presión de la sociedad, y especialmente de los más jóvenes, el Senado votó la emergencia climática y Argentina fue uno de los cuatro países del mundo en declararla.
El cuidado del mar: un estilo de vida
“Antes pensaba que a nadie más le preocupaba cómo están nuestras playas, pero ahora veo que a la gente le empieza a importar”, asegura Agnes Torres, una joven española de 24 años que, a fines de 2018, creó la organización Conciencia Plástica, con la que realiza jornadas de limpieza en las playas de Ibiza.
Su pasión por el cuidado del ambiente floreció gracias a su amor por los cetáceos: estudió Biología en Barcelona y durante la carrera viajó a Monterrey, en California, para especializarse en ecosistemas marinos. Poco después, fue a Namibia para investigar ballenas, delfines, marsopas y aves marinas.
Al volver a Ibiza, encontró una alta concentración de plástico en las playas, lo que la llevó a organizar jornadas para recoger, separar y realizar inventarios de residuos junto al activista Gustavo Sánchez. Hoy, su movimiento está vinculado con organizaciones ambientalistas de la isla como Proartso, Ibiza y Formentera Sin Plástico e Ibiza Limpia.
Contra el plástico
Tras su regreso a México, luego de realizar un voluntariado en parques nacionales en Costa Rica, Margarita Martínez se propuso hacer algo contra el cambio climático. Entonces, la joven de 20 años oriunda de Monclova, comenzó a compartir en las redes sociales su estilo de vida libre de plásticos.
Así nació Limpiemos Nuestro País, el movimiento que este año alcanzará cinco ciudades más del norte de México, donde, hasta ahora, no había llegado el activismo por el ambiente. Allí se replicarán las actividades que ya se llevan a cabo en la ciudad de Margarita: campañas de concientización, limpieza y separación y reciclaje de los residuos. “Mi lema es: si no existe, créalo tú”, concluye la joven.
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