La naturaleza está pidiendo a gritos ayuda. Los incendios en California, Grecia, Turquía y Rusia, las sequías históricas en regiones como el sur de Brasil y las desastrosas inundaciones en Alemania muestran el alcance global del problema ambiental. La crisis climática se acelera, pero crece proporcionalmente también la exigencia de la población mundial por atender esta urgencia.
En este contexto, el llamado a una nueva Huelga Mundial por el Clima para el próximo viernes 24 de septiembre es la alternativa más acertada. Fridays for Future, el movimiento que encabeza Greta Thumberg, convoca a nivel mundial a esta jornada.
¿Qué es la Huelga por el Clima y Qué se reivindica?
Con esta huelga se reivindica una mayor atención a la problemática actual a la que nos enfrentamos con la emergencia climática. Las organizaciones firmantes piden que se tomen medidas concretas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero lo máximo posible y se destinen más recursos a la obtención de energías verdes y renovables.
Además, se reclama transformar el modelo económico actual por uno más sostenible, que no comprometa la supervivencia de la flora y fauna del planeta, y del ser humano en última instancia. Para ello, el movimiento Fridays for Future (o Juventud por El Clima como su variante española) han convocado una serie de paros de ámbito estudiantil, durante los que se realizarán numerosas marchas y manifestaciones en muchas ciudades del mundo para reclamar una solución al grave problema medioambiental.
Fridays For Future dirige sus demandas, principalmente, a los países más desarrollados, ya que «los países empobrecidos son los menos responsables de la degradación planetaria, y sin embargo son los más vulnerables a las consecuencias de esta situación». Las consecuencias para las generaciones presentes y futuras serán catastróficas en estos lugares: olas de calor más intensas y prolongadas, sequías aún más recurrentes, fenómenos meteorológicos extremos, etc.
¿Dónde se origina? La figura de Greta Thunberg y el movimiento Fridays for Future.
Los informes científicos de los últimos años señalan que cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas, y la temperatura media global no deja de aumentar. Esto supone un problema debido al deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, y la consecuente desaparición de miles de especies.
A partir de estos datos y la evidencia empírica de que nos acercamos a un punto de no retorno, una joven sueca decidió emprender su propia lucha. Greta Thunberg comenzó el año pasado, después de una gran incidencia de olas de calor e incendios forestales en Suecia a no asistir al colegio. Con solo 15 años, lo hacía para reivindicar que los políticos de su país (en campaña electoral en aquel momento) pusiesen más empeño en la lucha contra el cambio climático y se alineasen con el Acuerdo de París. Tras las elecciones en Suecia, Greta continuó su particular protesta faltando a clase cada viernes, naciendo así el movimiento Fridays for Future.
Desde entonces, niños, adolescentes y jóvenes comprometidos se han unido a ella, no solo en Suecia si no en toda Europa y América. Además, Thunberg se ha reunido con Barack Obama o Macron, ha asistido a la cumbre de Davos, y ha ocupado la tribuna de oradores en el Congreso de Estados Unidos y en la Asamblea de la ONU.
Fridays for Future se ha convertido así en un movimiento internacional, del que se estiman más de 4 millones de activistas jóvenes, que ha ido creciendo durante el último año hasta las movilizaciones de hoy. Como era de esperar, esto ha levantado muchas voces críticas, que tildan a Greta de un simple producto del marketing o de estar financiada por grupos de interés para desestabilizar Occidente. Pero lo cierto es que miles de voces científicas apoyan estas manifestaciones y también inciden en la importancia de buscar una solución.
¿Qué (posibles) consecuencias traerá esta Huelga por el Clima?
Hasta ahora, y antes de esta semana de movilizaciones, el movimiento iniciado por Greta Thunberg ya ha conseguido los primeros resultados importantes. Muchos nórdicos han dejado de viajar en avión al hacer turismo (estudios muestran que el 5% de las emisiones de CO2 tiene por origen los combustibles fósiles quemados por los vuelos comerciales); y este año en Suecia, por primera vez en la historia, se han reducido los viajeros de las compañías aéreas.
Por otro lado, la canciller Angela Merkel ha aprobado esta misma semana un ambiciosos plan para reducir hasta en un 55% las emisiones de CO2; con el que Alemania dedicará 54.000 millones de euros para acelerar la transición hacia una economía más sostenible.