Desde hace 26 años, este hombre que ahora cuenta con 71 años de edad, convirtió un basural en un hermoso bosque. Conoce la historia de Sehmus Erginoglu y su aporte por la mejora del planeta.
En la ciudad de Mardin, al sur de Turquía, nació este hombre ejemplar. Quien años más tarde decidió que una zona abandonada, convertida en un basural, podría ser un lindo bosque lleno de árboles y trabajó para conseguirlo.
De esta manera, comenzó a limpiar la basura del lugar, instaló tuberías de agua y plantó muchos árboles jóvenes.
[También te puede interesar: No sabía que existían las mujeres: la historia del hombre que vivió 41 años en la selva]
Su legado para el mundo
En su juventud, Sehmus trabajó como chófer, lo que le permitió viajar no sólo por Turquía sino también a otros estados del Medio Oriente, como Irak y Arabia Saudita. Pasó años ahorrando, por lo que ahora ese dinero es el que usa para su proyecto de los árboles.
Actualmente, la zona que antes era un basural, es un bosque que cuenta con 11.000 árboles sembrados por él. Pero, además de eso, también ha reforestado áreas vecinas al bosque. Por lo tanto, ha llegado a cultivar más de 20.000 árboles.
Asimismo, a lo largo de los años ha fabricado 50 pozos de agua, la cual es utilizada para regar los árboles del bosque. Sin dudas, es una labor ardua, pero que lo hace sentir muy bien.
[También te puede interesar: ¡Ingenioso! Provocarán lluvia con drones en los lugares donde hay escasez de agua]
"Quiero ser feliz, hacer felices a los demás y dejar algo permanente detrás de mí"
Erginoglu no tiene pareja ni hijos, pues no quiso que nadie más entrara a su vida tras la muerte de sus padres. Como tiene seis hermanos y estos tienen hijos, sabe que tanto su apellido como su sangre se mantendrán en el tiempo.
Por otro lado, esto le ha permitido dedicar su tiempo y su dinero al cuidado de los árboles, así como la reforestación del planeta. "Al morir no nos llevamos las cosas materiales, solo importa lo que hagamos en vida, por eso quiero hacer algo positivo", dice él.
"En verano, cuando los árboles dan frutos, muchas personas vienen a comer y a sentarse bajo su sombra, eso es algo que me reconforta. Poder hacer felices a otros, me hace feliz también".
En este sentido, Sehmus Erginoglu será recordado por haber sembrado amor a través de los árboles. Un amor que perdurará por muchas generaciones.
[También te puede interesar: Comunidades indígenas reforestan los Andes y buscan proteger un millón de hectáreas perdidas de bosque]