Por su plataforma continental y las corrientes marinas que lo atraviesan, el Mar Argentino es una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta. De cara a la amenaza que representa la extracción de petróleo, es necesario pensar en un cambio de la matriz energética de Argentina, para preservarlo.
En 2019, el Estado Argentino otorgó permisos a petroleras para la exploración de petróleo en el mar, en áreas con una superficie total de 27.803,51 kilómetros cuadrados. Estas áreas habían sido previamente adjudicadas en un concurso público internacional denominado “Costa Afuera 1”. Parte de los trabajos se realizarían a pocos kilómetros del Puerto de Mar del Plata, y abarcarían toda la Pcia. de Buenos Aires, conformando el llamado "bloque CAN 100".
Es importante recordar que los barcos de investigación petrolera operan con disparos de aire comprimido que resuenan en el fondo del mar, a niveles de alrededor de 230 dB. Una onda de sonido de 202 dB le ocasionaría a los seres humanos la muerte por ruptura del tímpano.
El bloque CAN 100 comprende un área de 15.000 kilómetros cuadrados, y es el más grande de la cuenca norte del Mar Argentino. Se encuentra a 176 kilómetros del Puerto de Mar del Plata y alcanza la localidad de Bahía Blanca. Fue adjudicado a YPF, asociado a la noruega estatal Equinor, y a la anglosajona Shell. Las estimaciones señalan que habría recursos por alrededor de 31 billones de barriles equivalentes de petróleo. En ese contexto, se estima que las inversiones totales necesarias para su extracción superarían los USD 2.000 millones.
La pregunta, entonces, es: ¿son estas inversiones el precio para que un bien de dominio público, como es el Mar Argentino, sea expuesto a su degradación, sin ningún tipo de participación ciudadana en decisiones que afectan nuestra vida y la de las generaciones futuras? Repasemos algunos hitos en la historia de la industria petrolera para entender por qué este paso en Argentina es tan preocupante:
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El caso de Deepwater Horizon
La Deepwater Horizon se hundió el 22 de abril de 2010 como resultado de una explosión que había tenido lugar dos días antes, provocando el más importante vertido de petróleo de la historia, estimado en 779.000t. de petróleo crudo. Contaminó una 17.000km2, extendiendo una mancha de petróleo del 18% del tamaño de la Provincia de Buenos Aires, a través de la superficie del Golfo.
Además de eso, se añadieron otros 7 millones de litros de dispersante tóxico para ocultar la mancha de petróleo en la superficie, que provocaron la formación de gotitas de aceite que se hundieron en las profundidades. Fue una catástrofe de proporciones épicas y el derrame de petróleo más grande de la historia de Estados Unidos.
El caso de Magdalena
En noviembre de 1990, un buque petrolero de la empresa Shell fue embestido por un barco porta-contenedores. Se derramaron 5.400t. de petróleo, provocando una mancha que llegó a la costa y contaminó una extensión de 30km., desde Berisso a Punta Indio. El petróleo entró en la desembocadura de arroyos y humedales, con una extensión de hasta 2km río adentro. Los ecosistemas se vieron seriamente afectados, se contaminaron las napas, y la ciudad de Magdalena, epicentro del derrame, dejó de vivir del turismo.
El caso del Estrecho de Magallanes
El Cabo Vírgenes, en el lado oriental del Estrecho de Magallanes, en Argentina, es un importante punto de encuentro (segundo en Sudamérica) del pingüino magallánico. Todos los años se reúne una colonia de unos 200.000 ejemplares para aparearse, permaneciendo en el lugar de septiembre a marzo de cada año. El 19 de agosto de 1974, el Metula, un buque petrolero encalló en la región y derramó 53.500t. de petróleo.
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El caso del Navarchos Koundouriotis
El 24 de octubre de 1964, el carguero griego Navarchos Koundouriotis, se partió en dos frente a Playa Grande, Mar del Plata, liberando petróleo de sus tanques, alcanzando las costas y contaminando las aguas. A las lanchas pesqueras se les prohibió por completo realizar capturas en ese sector. De todas formas, la fauna marina ya estaba condenada. El verano de 1965 fue el peor de la historia de Playa Grande: la arena se tiñó de negro y ningún turista pisó los balnearios.
Con la exploración y extracción de petróleo offshore, un accidente saldría del control humano y pondría en peligro toda la biodiversidad y la vida de las localidades balnearias que viven del turismo y la pesca.
surfrider y la Campaña #SoyMarArgentino
Surfrider Argentina es una organización sin fines de lucro que busca proteger, rehabilitar y restaurar los ecosistemas marinos de la costa argentina. Sus pilares son la participación ciudadana, la educación y la investigación.
En junio de 2019, durante el International Surfing Day, que se llevó a cabo en Mar del Plata, se lanzó la Campaña de Preservación del Mar Argentino y de apoyo a #FightForTheBight, una alianza de organizaciones ambientales para impedir que Equinor emplazara las plataformas de extracción de petróleo off-shore en la Gran Bahía Australiana, lugar importantísimo, entre otras cosas, como zona de cría de ballenas francas.
La campaña iniciada el 21/6/2019, en el día mundial del surf en Mar del Plata, La Paloma #soymarsinpetroleo #noplataformasoffshore
Desde entonces, la campaña lleva adelante distintas acciones de concientización en conjunto con otros organismos, como el Foro Costero Ambiental o Greenpeace Argentina.
"Queremos suspender la exploración y explotación de hidrocarburos en el Mar Argentino, donde un accidente saldría del control humano y pondría en peligro toda la biodiversidad y la vida de las localidades balnearias que viven del turismo y la pesca", dice Surfrider en su petitorio por la protección del Mar Argentino, que puedes firmar hoy mismo.