Los delfines albergan microplásticos. Sí, estos dulces cetáceos tampoco se escapan de ellos. Este descubrimiento, no sólo genera un estado de alerta, sino que también sugiere que sus partículas no finalizan en los océanos, ríos y suelos, ya que son parte del consumo de alimentos contaminados por especies marinas.


Cada año, casi 2 millones de toneladas de plástico terminan en las aguas oceánicas mundiales, y dado que los microplásticos son partículas que se forman cuando el plástico se descompone, quiere decir que es complejo evitarlos.

Teniendo en cuenta lo anterior, un cuerpo de científicos encontró contaminación por plásticos en casi todas partes. En la nubosidad. En el Everest. En la nieve del Ártico. Ahora, por primera vez, se identificaron pequeñas partículas de plástico en su aliento, así lo evidenció un reciente informe publicado en la revista PLoS ONE.

Se tomaron muestras de cinco delfines de Sarasota Bay, Florida y de otros seis de Brataria Bay, Luisiana.

¿Qué impacto tiene el hecho de que los delfines exhalen microplásticos?

En los seres humanos, los microplásticos inhalados pueden generar inflamación pulmonar lo que puede generar problemas como daño tisular, exceso de moco, neumonía, bronquitis, cicatrices y otros problemas. Dado que los delfines y los humanos inhalan partículas de plástico parecidas, los delfines pueden correr el riesgo de sufrir las mismas dolencias pulmonares.

Concretamente, el estudio habla de la especie delfín nariz de botella, cuyo nombre científico es Tursiops trucatus. Se tomaron muestras de cinco delfines de Sarasota Bay, Florida y de otros seis de Brataria Bay, Luisiana.

El aire exhalado del agujero de los 11 delfines confirmó que exhalan microplásticos, lo que representa un problema en cada rincón del océano, dado que estos cétaceos se sitúan en muchas regiones del mundo.

El aire exhalado del agujero de los 11 delfines confirmó que exhalan microplásticos.

¿Que tipo de plásticos se detectaron?

Entre los plásticos registrados se encontró una mezcla de fibras y fragmentos, entre los que se encontraban PET (teralfato de polietileno) o PE (polietileno), uno de los polímeros más usuales usados en la producción indumentaria.

Para conseguir las muestras colaboraron con el programa de investigación sobre delfines del zoológico Brookfield de Chicago, que realiza estudios sobre la salud de los delfines capturados y liberados.

Para reúnir las muestras de aire, encontraron una placa de Petri justo encima del espiráculo de cada delfín mientras exhalaba, relevante para investigar si los microplásticos se desprenden puntualmente de la respiración.

Tras el análisis se descubrió que los delfines quedan expuestos a esas fibras de plástico existentes en el aire, ya que, aguantan la respiración para perseguir a sus presas bajo el agua lo que provoca que absorban dosis más elevadas de aire. Sin olvidar, que otras partículas de plástico en el agua se dispersan en el aire por las olas. Y posiblemente, eso ocasione la combinación de plásticos.

Otras especies presentan el mismo caso

Hay evidencia de que otros animales respiran plásticos. El año pasado, científicos japoneses hallaron microplásticos en los pulmones de aves salvajes. Y los estudiosos calcularon que las personas pueden inhalar o ingerir más de 100.000 partículas microplásticas al año procedentes de los alimentos y el agua que consumen, y del aire que respiran.

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