El consumo de productos de usar y tirar ha crecido durante años, usándose indiscriminadamente el plástico en todo el mundo. Afortunadamente, el panorama parece cambiar en la agenda global, donde algunas personas y empresas tomaron la iniciativa de productos sin envases. Varios países europeos han puesto en marcha los supermercados sustentables, ahora es el turno de América latina, donde crean el primer modelo de ellos en Argentina.
Reconocidas marcas de productos de limpieza y alimentos, también han dejado atrás el plástico para ser parte de los estantes sustentables. En Francia, España y Alemania se han abierto un número considerable de estos mercados sin envases, que además, ofrecen comida vegana y artículos ecológicos.
También se pueden encontrar algunas novedades como bases de maquillaje en cartón reciclado. Otros productos de la gama sólida pueden presentarse en caucho reutilizable o cajas de aluminio.
[También te puede interesar: Este es el país que utiliza energía 100 % renovable y donde te gustaría vivir]
La modalidad sustentable llegó a la argentina
El primer supermercado sin envases ya se abrió en Buenos Aires, específicamente en el barrio porteño del Belgrano. Lleva por nombre CERO Market y se une a la iniciativa que tiene como objetivo reducir los desechos de plástico, nylon y cartón al mínimo.
Al igual que otros mercados, ofrece a los clientes artículos de higiene personal, limpieza y alimentos. Con la gran diferencia de que todo se vende suelto, y los consumidores deben llevar sus propios recipientes. Lo único que no se puede encontrar en él son los productos frescos y las bebidas alcohólicas.
Los artículos se encuentra en recipientes herméticamente cerrados y para los líquidos cuentan con tambores de acero inoxidable. La mercancía está muy bien exhibida y cuidan de mantener una correcta higiene, de esta manera los cliente se sienta a gusto comprando. Sobre todo, aquellas personas acostumbradas a cuidar el medio ambiente.
Cómo surge este supermercado en argentina
Dos jóvenes emprendedores se dedicaron a desarrollar la idea desde hacía un tiempo, pero en junio del 2019 tomó forma. Una de sus fundadoras, Ana Pierre, fue quien dio inicio al proyecto, cuando un día notó que sus esfuerzos por reducir los desechos descartables no eran suficientes. Le resultaba difícil conseguir los productos en envases reciclables o biodegradables.
Pero, al saber que existían este tipo de tiendas en el exterior, decidió investigar su funcionamiento para llevarlo a cabo. Notando que el sistema era bastante sencillo, ya que básicamente, los consumidores llevan sus propios envases y bolsas que se pesan al entrar. Una vez que son llenados se vuelven a pesar para restarle el peso inicial y cobrarles el valor del contenido final.
Esta modalidad puede tomar un poco más de tiempo a los consumidores, sin embargo, los dueños del supermercado aseguran que compensa la experiencia.
Ahora, los mayores desafíos de CERO Market son cuidar los precios y la calidad de higiene. Para lograr esto, sus fundadores se esfuerzan en que todos sus artículos sean accesibles al público.